Cuando se sufre un duro golpe moral no hay nada como lamerse las heridas, analizar los errores, hacer los cambios pertinentes y actuar con ilusión. Esa secuencia de funcionamiento es la que aplicó la selección inglesa de rugby tras la hecatombe que supuso la eliminación en la Copa del Mundo 2015, celebrado en el país isleño. El 2017 parece presentarse como la temporada de la consolidación para un grupo joven y ya curtidito, que ha sabido extraer las enseñanzas pertinentes de una decepción mayúscula.

Inglaterra sale de la ventana de noviembre invicta y con buenas sensaciones

Owen Farrell y George Ford ya se entienden; ambos han tenido la lucidez para ver que no son rivales, sino que su combinación puede ser letal. Ambas estrellas forman ahora un engranaje perfecto en la organización del juego y las patadas a palos. Todo lo contrario de lo que ocurre con Australia, a la que solo su poder competitivo libró de un severo correctivo en esta ventana de noviembre.

Inglaterra fue de menos a más

Los pronósticos en favor del XV de la Rosa eran claros, teniendo ambas selecciones tendencias muy distintas en este último mes de competición. El inicio fue totalmente inesperado, con una Australia que salió en tromba trabajando muy bien con sus alas e incidiendo como cuchillo en mantequilla en una zaga inglesa cariacontecida.

Owen Farrell atacando a Australia. Foto: zimbio
Owen Farrell atacando a Australia. Foto: zimbio

Naivalu hizo un ensayo merced a un error inglés, e inmediatamente después, los wallabies cuajaron un ataque realmente brillante y con más de nueve fases. Se tuvo que revisar por televisión hasta en dos ocasiones si se había producido el ensayo, pero Inglaterra aguantó con mucho corazón y terminó haciendo que los del hemisferio sur se conformaran con un tiro a palos de Foley.

Con 0-10 en el marcador, Twickenham alentó a los suyos, que reaccionaron con gallardía y pundonor. Un buen ataque con melés y aperturas notables de Farrell, comenzó a minar la frescura inicial de Australia y permitió a Inglaterra sumar sus seis primeros puntos, con dos patadas a palos casi seguidas del bueno de Owen. Un garrafal error de los australianos hizo que Inglaterra se fuera al vestuario con ventaja en el marcador, al convertir en ensayo Joseph un balón suelto en la línea de 22 de los wallabies.

Australia e Inglaterra. Foto: zimbio
Australia e Inglaterra. Foto: zimbio

Australia se diluyó cual azucarillo en café, y eso fue aprovechado por el XV de la Rosa en el primer tramo de la segunda parte, en el que Yarde y Youngs continuaron con la fiesta anotadora de los ingleses. Con el encuentro ya totalmente desequilibrado, Australia hizo amago de reacción con un ensayo de Kepu, pero se despistó sobremanera en la siguiente jugada, permitiendo que Joseph volviera a ensayar, y que Ford se redimiera en la conversión de un grotesco tiro a palos anteriores.

Retroceso del hemisferio sur tras la Copa del Mundo, con Sudáfrica y Australia en muy mal momento

Victoria de prestigio para una Inglaterra que aspirará a lo máximo si continúa con el juego del que hizo gala en esta ventana de noviembre. Australia, en cambio, mucho habrá de cambiar para no caer en el ostracismo en que ya parece hallarse Sudáfrica, dejando a Nueva Zelanda como único representante del hemisferio sur con garantías de poder ganar a los mejores equipos del viejo continente.