Si se quiere estar entre las mejores en cualquier disciplina, hay que saber dar el todo por el todo en los momentos importantes. Eso es lo que está haciendo la selección española de rugby femenino, flamante campeona de Europa y que se afana por obtener el premio al esfuerzo hecho durante años. Las Leonas se erigen en representantes de un movimiento deportivo y social que aspira a revalorizar su deporte y darle visibilidad y mérito a las muchas mujeres que luchan contracorriente por hacer su sueño realidad.

Tras alcanzar un éxito rotundo al proclamarse campeonas de Europa en Madrid, España busca regresar a un Mundial y plasmar la progresión de un equipo en el que hay presentes jugadoras que han ido a los Juego Olímpicos en modalidad seven. Esta experiencia parece haber dado empaque y aplomo al equipo en uno de los partidos más importantes de los últimos años para el rugby femenino nacional.

Defensa férrea y sin fisuras

Memorable partido el realizado por las Leonas. Construyendo el edificio desde los cimientos, asegurando la retaguardia y creciendo poco a poco en confianza para poder alcanzar la gloria. Esa es la dinámica seguida por un conjunto que demostró un coraje y una garra realmente notables.

Fuente: ferugby.es
Fuente: ferugby.es

España abrió el marcador con un golpe de castigo transformado por Patricia García, gracias a la capacidad de incidir en campo rival tras llevar a cabo un trabajo de intendencia notable en defensa. La dureza y eficacia de los placajes españolas desgastaron física y mentalmente a las escocesas, que vieron a la línea de 22 nacional como un muro inexpugnable. A pesar de ello, Shade Munro logró ensayar antes del descanso y fue ahí donde España demostró su madera competitiva.

El partido de vuelta será el 26 de noviembre a las 13:00 en el Estadio Central de la Universidad Complutense

Las Leonas asumieron la batuta del encuentro y atacaron con fluidez hasta lograr que Vanesa Rial materializara el dominio hispano con un ensayo transformado por Patricia García. España aguantó el asedio de las escocesas en el último tramo de partido, que por mucho empeño que pusieron, no fueron capaces de filtrarse en la muralla española.