La belleza y la técnica se combinan en 'El Príncipe'
Los cuatro actores principales posan con la barriada de 'El Príncipe' en el fondo (Foto: Mediaset)

Todo tiene su explicación. El hecho de que el elenco de El Príncipe lo encabecen actores tan atractivos también. O al menos así lo corroboró Aitor Gabilondo –productor, guionista y co-creador de la serie– el pasado jueves en su visita a la Universidad Carlos III de Madrid. En un acto organizado por la Asociación Demos, Gabilondo contó de primera mano cuál es el sentido último de la belleza de Hiba Abouk, Rubén Cortada y Álex González. “Hicimos un primer casting en el que seleccionamos a auténticos musulmanes. Los personajes eran perfectamente creíbles, pero no tardamos en darnos cuenta de que eso no iba a funcionar”, confesó el productor, y dio razones: “el público no iba a empatizar con ellos porque aquí casi nadie es musulmán”.

En un primer casting se seleccionaron actores musulmanes con los que el público no iba a empatizar

Con todo, Gabilondo y su socio –César Benítez– eran conscientes de que debían llegar a los espectadores de alguna forma y “la belleza física es una fórmula que siempre funciona”. Por consiguiente, el reto consistía en buscar a actores buenos que, además, fueran guapos. La primera en llegar fue la joven protagonista. “Miguel Ángel Silvestre nos la presentó; nada más verla, supe que ella era todo lo que estábamos buscando”, destacó Gabilondo, quien la define como una chica “muy lista y muy preparada”. Hiba Abouk quedó fascinada tras la primera lectura de un guión que le había recordado a su infancia. De ascendencia libia por parte paterna y tunecina por parte materna, la actriz comenta a menudo que, pese a nacer en Madrid, fue educada en la cultura musulmana y por un padre muy estricto. Con todo, esta actriz vivía a medio camino entre dos mundos: iba a clase y salía con sus amigas por Occidente, pero al regresar a casa se adentraba de nuevo en Oriente. Con esta vida, “hablar con ella me ayudó a entender muchísimas cosas; me explicaba cuál era la verdadera realidad de Fátima”. En definitiva, “que existiera Hiba fue como un milagro”, afirmó rotundo.

La actriz Hiba Abouk, en su papel de Fátima (Foto: Mediaset)

Tras dar con Fátima Ben Barek, había que encontrar al resto de actores. ¿Quién fue el siguiente? Un más que agraciado Rubén Cortada que a los productores les parecía “perfecto” para ponerse en la piel de Faruq. Con este objetivo, los que hacen posible El Príncipe decidieron chantajearle un poco: “si consigues no tener acento cubano en la siguiente prueba, el papel es tuyo”, le comunicaron sin más preámbulo. Al final, Cortada se machacó a logopedas y salió victorioso. Gabilondo se muestra feliz con el resultado: “creo que ha hecho un trabajo muy digno”.

En cuanto a Coronado, “nos lo impuso Telecinco, pero fue una imposición muy grata”, aseguró Gabilondo, y fue más allá: “es un actor con un largo recorrido que, además, le da caché a la serie”. En este sentido, es importante recordar que José Coronado es uno de esos pocos privilegiados que tienen un contrato con la cadena de Mediaset; de hecho, ya había trabajado con ellos en No habrá paz para los malvados, una película en la que también hace las labores de policía.

El de Álex González fue el casting más largo de todos

Para completar el reparto solo quedaba saber cómo llegó el actor que encarnaría a Javier Morey. “El de Álex González fue un casting largo; posiblemente pasaron por él todos los actores de su edad”, detalló el creador de El Príncipe. Aitor Gabilondo confesó que Benítez y él tuvieron “mucho miedo” porque Coronado pudiera, en cierto sentido, “comerse” a este actor que “pese a sus 34 años, parece más joven de lo que es”. Y relató una anécdota: “las chicas de vestuario pensaron en ponerle unos vaqueros y una camiseta y nosotros nos negamos en rotundo”, “era necesario vestirlo de traje; eso, o parecería el hijo de Fran, cuando realmente encarna a su jefe en la ficción”. Afortunadamente sus temores no se confirmaron: “Álex hace un trabajo fantástico en un papel muy complicado; además, en esta segunda temporada está aún mejor”.

Ceuta es solo un efecto visual

En El Príncipe se trabaja con croma, algo que no han inventado los productores puesto que, en palabras de Gabilondo, “es lo que se hace en el telediario con el tiempo”. Es decir, las escenas son expuestas a procesos de edición.

En esa línea, uno de los mayores atractivos de la ficción es su proceso de postproducción. La empresa norteamericana Stargate Studios –que ha trabajado en The Walking Dead o Mad Men, entre otros– se encarga de la creación y supervisión de los efectos especiales. Para ello hace uso de su herramienta Virtual Backlot, basada en una tecnología que permite desarrollar escenarios virtuales con realismo absoluto. Esta tecnología se aplica a numerosas secuencias de El Príncipe y logra integrar a los intérpretes en imágenes que el equipo de la serie ya ha filmado y fotografiado durante semanas en localizaciones ceutíes.

Grabar la serie en Ceuta sería un proceso muy costoso a la par que arriesgado

Las razones de hacerlo así son varias. Por una parte, este barrio es prácticamente un gueto, peligroso y de difícil acceso. Asimismo, y como en todo, existen motivos económicos: trasladar a un equipo de tantas personas desde la península hasta el norte de África encarecería muchísimo el rodaje. Indudablemente, este modus operandi hace que el proceso de postproducción de cada capítulo se alargue más de lo habitual. Pero al final, el resultado “vale la pena” pues los exteriores, según Gabilondo, “dan mucha riqueza” a la serie y “evitan el cartón piedra”.

En definitiva, El Príncipe solo recrea la barriada ceutí a través de efectos visuales. “Hacemos creer a los espectadores que el mar se puede ver desde la ventana del bar de Marina o desde la comisaria, pero es mentira: esas escenas se graban íntegras en Madrid”, reveló el creador.

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