Daria Kasatkina firmó un excelente desempeño ante Venus Williams en una gran prueba de fuego para la joven de 20 años, para sumar su segunda final consecutiva en la WTA, un dato para nada menor considerando que en el camino de ambas definiciones ha vencido a cinco jugadoras ubicadas dentro de las diez mejores del ranking y, específicamente en Indian Wells, viene sumando una racha de cuatro triunfos sobre rivales en el Top 20. La rusa se impuso por 4-6 6-4 7-5 en dos horas y 49 minutos de juego.

Partidazo entre las protagonistas, Kasatkina dio el primer zarpazo al quebrar en el mismísimo juego inicial y lo volvió a hacer en el tercer juego tras la recuperación inmediata de la mayor de las Williams, manteniendo la rusa la delantera en el marcador. Daria le corrió a todas las bolas, no se veía incómoda ante la potencia de su rival, sino que podía manejar la velocidad a su favor e ir marcando su propio ritmo con variación en las profundidades y velocidades, con el uso del slice como un excelente recurso. Venus hizo su trabajo, encontrar con profundidad las aperturas que le permitieran una cómoda definición tanto de fondo como en la red, haciendo despliegue de toda su gran experiencia. El premio en el primer set fue para la estadounidense, quien logró el quiebre de la recuperación en el sexto juego y con una derecha potente sobre la paralela confirmó con su servicio para colocarse arriba en el marcador por primera vez. Williams cerró el parcial con ruptura sobre el saque de Kasatkina.

Fue un encuentro donde los errores pasaron a un segundo plano porque ambas se mostraron bastante efectivas en líneas generales, protagonizando una ardua batalla por tomar el control en cada peloteo. En este sentido, el segundo set inició con tendencia similar al anterior con una Kasatkina quebrando en el arranque pero una laborosa Williams logró la igualdad en el sexto juego. El séptimo juego fue uno de los más intensos del set, con Venus al servicio y la rusa generando nueva oportunidad de quiebre que concretó luego de una apertura con su revés paralelo y la posterior definición con su derecha que forzó el error de la estadounidense, volviendo a tomar diferencias en la pizarra. La intensidad se sostuvo para el cierre del set, con Kasatkina sosteniendo en sus próximos dos turnos al servicio para ir con el puño cerrado a la definición del partido en el tercer set.

Para el set final, todas las tendencias se hicieron a un lado. Venus Williams logró el primer quiebre en el segundo juego con una derecha invertida cruzada casi sobre el vértice del fondo de la cancha que terminó siendo ganadora. Daria Kasatkina no bajó la guardia e inmediatamente respondió con una ruptura tras una devolución de revés cruzado inalcanzable. Con mucho trabajo, ambas fueron sosteniendo sus servicios para llegar al undécimo juego, donde una mala pasada al servicio terminó siendo costosísima para Venus con par de doble faltas para ceder el saque y darle a la rusa la oportunidad de cerrar el partido con su servicio. El temple lo tiene Kasatkina y la prueba de fuego la superó. Con las manos en la cabeza, la rusa celebra el triunfo que la coloca en la final más importante de su carrera a la fecha.