Han pasado 3 años desde aquel mágico 2011, donde Petkovic mostraba al mundo su potencial tenístico. En aquel Roland Garros la alemana caía en cuartos de final ante Sharapova, un partido donde poco tuvo que decir. Tres años después, 'Petko' vuelve a su tope en un Grand Slam, pero mucho más madura, en lo tenístico y en lo mental, tras superar un duro período de lesiones. 

Para llegar a cuartos, Petkovic tuvo que sudar, correr y sufrir frente a Kiki Bertens. La joven holandesa demostró sus credenciales en la primera manga. En un abrir y cerrar de ojos le endosó un magnífico 6-1 a la alemana, gracias a una gran intensidad en sus golpes y una movilidad de piernas asombrosa. Mucha confianza en todas sus decisiones. Pero contra Petkovic, de las más competidoras en el circuito, nunca puedes confiarte.

En la segunda manga 'Petko' cambió por completo. Fue mucho más incisiva y directa, conectando muy buenos drives y segura con su revés. Bertens se mostraba más errática y sus piernas no respondían igual. Todo se resolvería en tercet set, donde mantener el saque se presentaba como una tarea hercúlea. Tanto Bertens como 'Petko' se rompían el saque sin piedad, hasta que la alemana dio un golpe sobre la mesa. Ganó su saque y se plantó con un 4-2 aparentemente favorable.

No obstante, Bertens se disfrazó de la excelsa tenista mostrada en la primera manga, situándose con 5-4 en el marcador. Momento crítico que Petkovic supo gestionar con mestría. Recuperó la profundidad en sus golpes, especialmente la derecha, para hacerse con un partido áspero y duro como pocos, exigiendo una capacidad física y mental muy alta. 'Petko' buscará sobrepasar la barrera de los cuartos de final y hacer historia. Contra Errani deberá mostrar su mejor juego físico si quiere convertirse en leyenda.