Entre cañonazo y cañonazo una le alza la voz a la otra. Es una pelea a tumba abierta con el impacto de la pelota resonando en la arquitectura del National Tennis Stadium de Pekín. Kvitova y Sharapova combaten por un mismo destino: proclamarse campeona en la capital china y ser la nueva número dos del mundo.

Desde marzo de 2013, Sharapova no ganaba un título en cemento

Fue un partido notable para las dos. Quizá, Kvitova no mostró en determinados momentos su mejor cara. Sharapova evidenció defectos y virtudes sobre una cancha que a la definitiva, la reconcilió con el triunfo en cemento tras veinte meses a la espera. Desde aquel Indian Wells 2013, ‘Masha’ no sabía lo que era saborear un triunfo en un feudo ajeno a la tierra batida. Hoy, y pese a que Kvitova mostró carácter, firmeza y agresividad, la siberiana encadenó su quinta victoria consecutiva desde 2011 ante una rival que venía en racha.

A tumba abierta

La intensidad marcó la pauta del encuentro. Kvitova arrancó con una doble rotura demostrando la madurez de los últimos dos meses tras un verano a la deriva, demostrando que pasara lo que pasase, ella estaba dispuesta a prestar batalla. Sharapova recuperó de inmediato la desventaja y creó las dudas en la cabeza de la checa que atónita ante la situación de verse con amplia ventaja y no ser capaz de afianzarla, notó la presión del ambiente y le tembló la mano a la hora de sacar para igualar (5-5). Sharapova se aprovechó del momento y resolvió al resto, un parcial que le hacía dar el primer paso al frente (6-4).

Kvitova no se achantó. No dejó que el escenario la superara. Sabía lo que debía hacer ante Sharapova y puso las cartas sobre la mesa. La cabeza le aguantó en los momentos clave y aprovechó tres de las cinco ocasiones de rotura de las que dispuso para equiparar una contienda que iba a morir en el tercer y definitivo set. (2-6).

A la hora de la verdad, Sharapova

Pero el pundonor de las campeonas se forja en guerras a tumba abierta y en eso Sharapova es infalible. La rotura en el segundo parcial del tercer set parecía abrirle la puerta pero no obstante, Kvitova corrigió el desliz inicial para volver a igualar. La rusa subió el listón y Petra se descolgó incapaz de seguir el ritmo de una raqueta que ponía la directa y miraba de forma nítida a un horizonte de aureolas. (6-4 2-6 6-3).

Pekín es el cuarto título del año para Sharapova

La cara de Maria esbozaba una sonrisa de esas que se escapan cuando por fin logras algo que ansías. Era el vivo rostro de la felicidad. 33º título en su carrera, el cuarto del año -Stuttgart, Madrid y Roland Garros- y el nº2 del mundo como premio. La rusa da un paso al frente y se postula como candidata a adjudicarse el trofeo en Singapur; última cita del calendario WTA para ella. Allí donde lograra coronarse hace ya una década, intentará erigir su figura por encima del resto.