Tras disputarse la primera semifinal del Masters 1000 de Madrid en el que Rafa Nadal superó a Roberto Bautista-Agut, les tocaba saltar a pista a David Ferrer y Kei Nishikori. Los espectadores de la Pista Manolo Santana estaban deseosos de ver por primera vez en la capital española un enfrentamiento en la última ronda del torneo entre los dos mejores tenistas españoles del momento. Tenían que llevar a Ferrer hacia la final.

¿Un partido más igualado de lo esperado?

El partido comenzó muy intenso con largos puntos desde el fondo de la pista. Intercambios muy igualados y espectaculares que hacían que el público vibrara con cada juego. Ferrer lograría el primer break en el primer set para adelantarse 4-2 pero no duraría mucho esa ventaja, ya que el nipón fue capaz de recuperar el break perdido con su gran juego sobre tierra batida. El primer set acabaría decidiéndose en el tiebreak. Se oyó un gran grito de Nishikori que celebraba su victoria en el primer parcial por todos los rincones de la Caja Mágica.

La remontada de Ferrer en el segundo set

Tocaba remontar el partido. A David le había salido un duro competidor en su camino hacia la final. El encuentro requería un gran desgaste físico debido a los extensos intercambios de ambos jugadores. Nishikori casi llegó a tener bola de partido en el décimo juego del segundo set, pero David acabó ganando su juego de servicio para posteriormente conseguir el break. El japonés acusó molestias en la zona lumbar y hasta tres veces tuvo que requerir la presencia del fisioterapeuta. Con estos contratiempos, el de Jávea terminó por llevar el partido al tercer set (6-7, 7-5).

El último gran juego

Nishikori dispuso de hasta 10 bolas de partido

Con el público de su lado y las molestias físicas del jugador nipón, parecía que David Ferrer sentenciaría el partido en el tercer set. La rapidez del jugador español unido a las constantes acometidas con su golpe de derecha estaban siendo una pesadilla para Kei, que lograba contraatacar desde la linea de fondo. Pero el joven jugador de Shimane consiguió el break. Al tenista alicantino no le quedaba tiempo para reaccionar y luchaba cada punto como si fuera el último. Con 5-3 en el marcador para Nishikori, era la última oportunidad de David Ferrer de mantenerse con vida en el partido. El japonés se puso con 40-15. Bola de partido. Aquí se acababa todo... o quizás no. Con los dos tenistas al límite, el español logró forzar el deuce. A partir de ahí todo fue una gran batalla mental en la que ambos desplegaron sus potentes golpes para ofrecer los mejores puntos de la noche. Pero entonces la grada entró en escena. Todo el público que asistió a la Caja Mágica comenzó a gritar un mítico "sí se puede" entre punto y punto. Todos creían en la victoria de Ferrer. Cuando el asiático tenía que sacar, los espectadores españoles no dudaban en silbar al tenista que acabó botando violentamente la pelota contra el suelo debido a que no había silencio como para servir el punto. Finalmente, tras veinte minutos de juego y diez bolas de partido, Kei Nishikori accedía a su primera final de Masters 1000 y entraba por primera vez en el topten.

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Sobre el autor
Francisco Antiñolo Faulkner
Redactor de Vavel Tenis. Apasionado del tenis y de cualquier cosa que tenga que ver con este maravilloso deporte. Casi una década siguiendo a fondo todos los Masters 1000 y Grand Slam.