Durante todo un año, Kei Nishikori luchaba por llegar a estar entre los ocho elegidos y optar a ser Maestro. Maestro de un año en el que nuevos jugadores jóvenes llaman a la puerta con ganas de espacio, terreno y hambre de protagonismo ante las mejores raquetas de la última década. Dimitrov, Raonic, el mismo jugador japonés, Goffin… Se presagia un futuro lleno de cambios, de ganadores diferentes y con mucha alternancia en el número uno.

Alcanzar la cima en la Copa de Maestros es mucho más que un título cualquiera. Es alcanzar la gloria, el Olimpo del tenis anual y ser considerado el mejor jugador del año, compitiendo contra los mejores del año y en las mismas condiciones.

Nishikori, dispuesto a desenvainar su katana para dar a cada uno la estocada definitiva, alcanzando así el poder samurái.

Cuatro títulos, dos finales -una de ellas en el último Grand Slam de la temporada- y otras tantas semifinales son los números con los que llega el jugador de Shimane a la cita con las mejores espadas del año. Enfrentarse cara a cara, sin margen de error, no dar pie a la equivocación, un mal movimiento, y la espada del rival te deja sin opciones de victoria y de seguir con vida, en una ciudad que espera de cada uno de los presentes lo mejor de sí, tanto mental como físicamente.

El físico es fundamental en este tipo de torneos. Llegar fresco, con soltura en las piernas y una mente despejada a pesar de todas las batallas disputadas a lo largo del globo. Disfrutar es una opción y a veces la que mejores resultados da, pero para llegar a lo más alto y reinar en un Imperio dominado por los tres magníficos, alma y cuerpo tienen que ser uno para fluir junto con la raqueta hasta alcanzar la cima.

MASTERS 1000 RESULTADO
Indian Wells 3ª Ronda
Miami Semifinales
Montecarlo No jugó
Madrid Final
Roma No jugó
Toronto No jugó
Cincinnati No jugó
Shanghai 2ª Ronda
París-Bercy Semifinales

Durante el primer cuarto de la temporada del aprendiz de Michael Chang, hay que resaltar las semifinales en Brisbane. El nivel mostrado por el japonés en Australia solo frenado por uno de los grandes maestros de la última década, Rafael Nadal. El primer triunfo de la temporada llegó en tierras estadounidenses, en el Estado donde vio nacer y crecer a Elvis, derrotando en la final al cañonero Ivo Karlovic, mostrando un gran resto y agilidad de movimientos con la raqueta capaz de asestar el golpe definitivo para levantar el primer título de la temporada.

La gira de tierra

El equipo del jugador japonés se traslada a Barcelona con ganas de seguir creciendo, mostrando su gran tenis, técnica, versatilidad y su potente revés capaz de dejar boquiabierto a cualquiera. Consiguió conquistar el Conde de Godó en una final disputada ante el colombiano Santiago Giraldo, perdiendo un único set en toda la competición. Era el primer trofeo sobre polvo de ladrillo en su carrera. Fue capaz de imprimir a su derecha una velocidad endiablada, convirtiéndose en ataque y defensa en cuestión de segundos, al igual que sucede con las Katanas de un samurái, capaces de partir en dos el hueso de su adversario.

Uno de los partidos que se recordaran de esta temporada fue el que disputó en el Masters 1000 de Madrid entre el español David Ferrer y el japonés. Semifinales, más de tres horas de partido, intercambios interminables, puntos espectaculares, público en pie y hasta 12 puntos de partido necesitó el japonés para acceder a la primera final de Masters 1000. El juego de Nishikori era sencillamente perfecto. Bailaba sobre la Manolo Santana: derecha, revés, saque... con su arma desprendía tenis por los cuatro costados. Nadie podía creer lo que estaba viendo.

Y a punto de hacerle polvo estuvo el japonés, si no llega a ser por la lesión en la espalda que le impidió acabar el partido. Dominaba cada punto, Nadal a contracorriente, Nishikori repartiendo. Y es que hasta ese momento, Kei ganaba 6-2, 4-3 y saque para levantar su primer Masters 1000. Pero su espalda dijo basta. A pesar de la lesión y de una durísima derrota, el de Shimane abandonó Madrid con la cabeza bien alta y en boca de todos, pensando estar ante un candidato a número uno en unos años, si las lesiones le respetaban.

En Roland Garros cayó a las primeras de cambio ya que no pudo recuperarse al 100% de la lesión. Reapareció en Halle para hacer una nueva semifinal, cayendo ante Milos Raonic en octavos de final de Wimbledon y volvió a Miami a descansar durante un mes para recuperar la espalda para los últimos cuatro meses de la temporada que se avecinaban duros.

Su primera toma de contacto tras Wimbledon fue en Washington, cayendo ante Richard Gasquet. Pero todo estaba por llegar. US Open, 128 jugadores y un mismo objetivo. El aprendiz de Chang tenía un As guardado bajo la manga. Y es que Nishikori volvió a recuperar el juego de Barcelona y Madrid, versátil, directo y sin miramientos. En Nueva York derrotó a tres topten para meterse en la final. En octavos a Milos Raonic, en cuartos de final en un partido maratoniano a Stan Wawrinka y en semifinales a Novak Djokovic, pero en una final donde era el claro favorito, Marin Cilic le pasó por encima por un triple 6-3.

Perder una final de Grand Slam es duro, pero no le pasó factura. Salió a los dos siguientes torneos a derrotar a cualquiera que se pusiera por delante, sin ningún tipo de piedad. Y así levantó el torneo de Kuala Lumpur y Tokyo en dos semanas seguidas, volviendo a dar miedo y ser temible como lo es un samurái cuando desenvaina su katana.

Su clasificación para el ATP Finals de Londres

A pesar del gran año y los grandes resultados en grandes torneos, no fue hasta el Masters 1000 de Paris-Bercy cuando certificó su acceso a la Copa de Maestros, derrotando en los cuartos de final a David Ferrer en un partido de vida o muerte.

Muchas contiendas libradas en los mejores campos de batalla y ante el público más exigente, combates cuerpo a cuerpo, solo con las raquetas de por medio. Muchas horas luchando por un único objetivo: ser uno de los elegidos para desarrollar en el campo londinense las mejores contiendas del año contra los mejores samuráis. Todo será diferente. Las mejores espadas contras las mejores katanas. El mejor campo de batalla posible. Los mejores tenistas del año en busca de ser el Maestro samurái. Kei Nishikori buscará la sorpresa para conseguirlo.