La segunda semifinal entre Stan Wawrinka y Roger Federer no ha defraudado lo más mínimo. Tres sets, disputados, con intercambios eternos, de revés a revés, contragolpes, subidas a la red, voleas de escándalo, saques potentes, variedad de golpes, donde el juego de Wawrinka recordó el juego desplegado por el de Laussane cuando alzó el Open de Australia, pero que al final Federer aprovechó la primera bola de partido, para acceder a la final, tras ir constantemente a remolque durante todo el encuentro. 

El partido comenzaba con un Stan enchufado, tanto con su servicio como con su revés, golpeando fuerte y sin apenas fisuras. Roger Federer en apenas un abrir y cerrar de ojos ya iba con dos roturas en contra. 5-2. Con saque para cerrar el partido, Wawrinka se despistó, desconectó y permitió a Roger volver a entrar en el partido recortando distancias hasta el 4-5, pero con el servicio, Stan no falló. 6-4 y primer set en el bolsillo para un Wawrinka que estaba desplegando un juego vistoso, alegre y con mucha clase, con un revés apoteósico variando las direcciones y el cual Federer no podía creer. 

En el segundo acto, ambos jugadores mantuvieron su servicio hasta el empate a 5. Pese a ello, Roger dispuso de varias bolas de rotura que no supo aprovechar. Pero nunca es tarde para dar la estocada. Y cuando todo parecía indicar que iba a decidirse todo en el desempate, Roger sacó la rabia, desplegó un gran juego y ayudado por un bajo porcentaje con el servicio de Wawrinka y se apuntó la segunda manga por 7-5.

Roger resurgió y forzó el tercer set.

Pero nada más comenzar el último set, Roger volvió a encajar una nueva rotura. Y en el siguiente juego, no sin dificultades, Wawrinka conseguía materializar la rotura. Todo iba a desarrollarse sin contratiempos, cada jugador manteniendo su servicio. Peloteos, muchas subidas a la red, y grandes servicios. Con 5-4 y saque Stan desaprovechó 3 bolas de partido, subiendo a la red con segundo servicio y a lo loco. Sin cabeza, acabándolo por pagar, ya que Federer rompió el saque y acto seguido salvó con su servicio dos bolas de rotura para colocarse con 6-5 y resto para acceder a la final donde ya espera Djokovic.

Pero esta vez todo iba a decidirse en la muerte súbita. Tras adelantarse en el desempate, se volvió a llegar al empate a 5. De nuevo, bola de partido para Wawrinka, y de nuevo la volvió a salvar Federer, que a la primera qu dispuso, selló el pase a la final. 4-6, 7-5 y 7-6.

Tras ir a remolque todo el partido, salvar 4 bolas de partido, donde Stan no las jugó bien y con mucha cabeza y mucho sufrimiento, Federer se mete en una nueva final de Masters. El domingo buscará ser heptacampeón. Nadie en la historia lo ha logrado.