Un único precedente  entre ambas era la referencia que avalaba a un encuentro cuanto menos atractivo en el primer turno de la Margaret Court Arena. Makarova -semifinalista en el último Grand Slam del curso pasado- y Pliskova -finalista en Sídney- eran las contendientes en un duelo que acabó con la victoria de la moscovita como ocurriera la pasada temporada en Pattaya City. Tan solo 68 minutos duró en pista la joven promesa del tenis checo que poco a poco va abriéndose paso entre las grandes en las citas en las que hay que dar el callo. Jugó un buen encuentro en la primera ronda ante Rodina pero sufrió más de la cuenta ante la fransesa nº183 Oceane Dodin en el siguiente partido. Makarova esperaba en la tercera ronda y Karolina no pudo hacer nada pese a que ofreció una buena imagen ante la úndecima mujer de la tabla que salió a pista con la convicción de realizar una buena actuación. 

La mejor cara de Makarova

Makarova disputará por quinto año consecutivo los octavos de final en Melboune

Solo le bastaron dos roturas; una en cada set, para poder doblegar a la checa que aunque prestó guerra tras sufrir en sus carnes sendos quiebres no pudo hacerse en ningún momento con el control de la situación. Su característico juego agresivo le sacó de más de un apuro pero la consistencia en determinados momentos le falló, en parte por la garra de una Makarova que podría verse las caras, de ganar a la alemana Goerges, en un hipotético enfrentamiento de cuartos de final ante la rumana Simona Halep quien ha de vencer a la belga Wickmayer para que se dé tal situación. Ekaterina matuvo la concentración en todo momento y pese a los desajustes de última hora cuando se disponía a cerrar el partido concendiéndole dos ocasiones de break a Pliskova para intentar revertir la situación, no falló a la cita de los octavos de final -ronda en la que cayó en 2014-por quinto año consecutivo (6-4 6-4).