Genial partido de tenis el que ofrecieron el tenista español y el rumano. La mítica 'wild card' que siempre le otorga Tiriac a su compatriota Marius Copil volvió a estar infundada una vez más. Tras derrotar a Granollers en la edición de 2014, en esta ocasión cuajó un sólido partido de tenis ante un Bautista que acabó imponiéndose gracias a su impecable concentración en pista.

Desde el primer peloteo del partido, se pudo palpar la seriedad del encuentro. Ni un punto regalado, pocos errores en los peloteos e intercambios muy disputados. Bautista iba a tener que sudar más de lo previsto para tumbar al rumano.

La alta concentración de Bautista fue decisiva

Mesura y sensatez para partir un igualado duelo

Con la grada totalmente repleta de amigos, familiares y compatriotas de Marius Copil, su tenis fue in crescendo elevado por los ánimos y vitoreos de los suyos. Pero Bautista siguió firme, concentrado, con las ideas muy claras y cuantiosamente motivado por la victoria.

Cuando el primer set parecía que arribaría ineludiblemente en el tiebreak, Bautista dio un paso adelante y acelerando al máximo su juego consiguió la rotura (7-5).

Ese tardío break de la primera manga mermó considerablemente la, hasta entonces, alta moral del rumano. Roberto lo aprovechó al máximo y apretó aún más a su rival en el inicio del segundo set donde terminó de dinamitar el encuentro (6-3). Así, con un trabajado partido, el castellonense consiguió avanzar a dieciseisavos donde se las verá con el americano Sam Querrey.