Ajenos al mundanal ruido mediático generado tras el sorteo celebrado en París que ha deparado los cruces en el segundo Grand Slam del año, dos jugadores han hecho de Niza una catapulta para su tenis y confianza, que les hará aterrizar en la capital gala, con un trofeo bajo el brazo. Uno de ellos portará el de campeón, mientras que el otro habrá de soportar el amargo sabor de la derrota en una gran final. Dominique Thiem y Leonardo Mayer cumplieron con sus compromisos de semifinales, y se verán las caras en un duelo de estilos y personalidades.

Thiem da la campanada ante Isner

Es uno de los jugadores con mayor proyección del circuito. Su plástico revés a una mano se erige en un baluarte de la belleza de este deporte, y aparenta una madurez impropia de un bisoño como él. Thiem camina sin pausa pero sin prisa, aunque en Niza está dando un gran paso.

La ciudad de la Costa Azul parece inspirar al austriaco, que ha sido capaz de derrotar a Kyrgios, Gulbis e Isner en apenas 72 horas. Tres jugadores con mejor ránking que él, que tuvieron que claudicar ante su talento. El último fue Isner, a quien no le sirvieron sus saquetazos para desconcertar a Thiem. Fueron muchas las oportunidades de break para el joven tirolés en el primer, y solo pudo aprovechar una, al igual que su rival. Pero tuvo gran templanza en el tiebreak para llevarse el primer parcial.

Isner no tuvo ni una bola de break en la segunda manga

A partir de ahí no hubo rival; Isner se desinfló y pareció más preocupado por llegar pronto a París que en remontar el partido. Thiem jugó con mucha alegría, muy vivo de piernas, y logró el acceso a la final con un segundo set impecable, resuelto por 6-3.

Mayer corta las alas a Coric

Aspira a volar muy alto el joven croata, y parece querer emprender el vuelo antes de lo previsto. Ha dado importantes destellos de lo que es capaz de hacer ya en este 2015, pero aún no ha llegado su momento de disputar una final ATP. Leo Mayer jugó muy bien los puntos decisivos, y aprovechó la precipitación de un Coric que pecó de juventud en los momentos cumbre.

Once bolas de break desaprovechadas por CoricY es que llegó a tener hasta once bolas de break el bueno de Borna, sin poder aprovechar ninguna de ellas. Una esperpéntica estadísticas, que le condenó al ostracismo ante un Mayer que tiró de galones. 6-4 6-3 fue el resultado final.

Oportunidad de oro para ambos

Será la segunda final de un torneo ATP para Thiem, quién aún se lamenta de haber perdido la anterior. Fue el año pasado en Kitzbuhel, en su país natal, con su público. Pero se coló en la fiesta un imberbe jugador belga de nombre David y apellido Goffin, que dio la campanada del torneo.

La final se disputará a partir de las 14:30 hora local

Por su parte, Mayer ya ostenta un título en su haber, como es el torneo de Hamburgo. Además, cuenta con mayor experiencia al haber disputado otra final, que perdió en Viña del Mar. La experiencia puede ser un punto diferencial en favor del argentino, que quiere dar una alegría a un país en horas bajas en lo que se refiere al tenis, en el que aún se añora a Nalbandián y, se rasgan las vestiduras por la lesión de Del Potro.

Ya tienen rivales definidos para Roland Garros ambos; Mayer comenzará con Vesely, en lo que será un duelo muy difícil, mientras que Thiem debutará ante el esloveno de nacimiento y británico de pasaporte, Bedene. Pero, a buen seguro ninguno de ambos estará pensando en ello mañana. Y es que ganar un torneo ATP es un tesoro muy preciado como para desperdiciarlo. Solo puede quedar uno.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.