Parece que la derrota de hace escasamente un mes en Roland Garros en esa bella final ante Stan Wawrinka está fuera ya de la cabeza del número uno del mundo, Novak Djokovic que jugará su tercera final del año (tres de tres en Grand Slam) el próximo domingo en el All England de Wimbledon.

El serbio que llegaba después de vencer en cuartos de final de manera contundente a Marin Cilic (6-2, 6-4, 6-4) cuajó un partido sensacional ante el francés Richard Gasquet, y se metió en la final de uno de sus torneos predilectos. Con dos trofeos en su haber, el número uno del mundo buscará su tercer Wimbledon y su noveno Grand Slam, para seguir haciendo historia y continuar acercándose a los registros de Rafa Nadal y Roger Federer.

Por su parte, poco se le puede reprochar al tenista francés, número 20 del mundo, que igualó su mejor posición en uno de los cuatro grandes y firmó un torneo simplemente espectacular en el que dejó golpes inolvidables que levantaron de sus asientos a un público británico que estaba con el galo.

Gasquet falla en el momento menos indicado

Con la fuerza que le daba el haber ganado a Stan Wawrinka, reciente ganador de Roland Garros, en los cuartos de final del torneo londinense en un partido épico que el tenista galo se llevaba por 4-6, 6-4, 6-3, 4-6, 9-11, se plantaba Richard Gasquet en una semifinal de Wimbledon en la que el contrincante era, ni más ni menos que Novak Djokovic, el número uno del mundo.

El francés falló en el tie break con errores no forzados que dieron el primer set a Djokovic

A pesar de esto, el serbio dio un aviso al francés nada más comenzar el partido con un break que poco le costó recuperar al número 20 del mundo, que hacía lo propio a base de golpes ganadores, sobre todo con el revés, y a los errores no forzados del número uno del mundo, poco usuales todo hay que decirlo.

Con el 2-2, todo hacía apuntar, como al final fue, que el tie break iba a inclinar la balanza a favor de uno o de otro en un choque en el que, de momento, las fuerzas estaban sumamente equilibradas. Ambos tenistas se aferraban a un saque seguro y Djokovic gracias a su derecha y Gasquet con su revés a una mano tan característico, se aseguraban el desempate con el 6-6.

Fue aquí cuando el de Beziers falló. Con igualdad a dos puntos, tres errores no forzados del tenista francés pusieron el tie break franco a un Nole que no desaprovechó el regalo y que a base de dos servicios tremendos se metió la primera manga en el bolsillo por 7-6 y 7-2 en 53 minutos de juego.

Djokovic se aprovecha del bajón del francés

El palo del tie break hacía a Gasquet venirse abajo y a las primeras de cambio tenía que ver como el de Belgrado le rompía el servicio y empezaba a comprar muchas papeletas para meterse en la gran final del domingo. Djokovic se mostraba contundente con su saque y el partido avanzaba hacia el 4-2.

Con un break, el serbio se hacía con la segunda manga

Se sobrepasaba la primera hora de partido y el sol seguía haciendo acto de presencia en la pista más importante del abierto londinense. A los guerreros de esta hermosa batalla poco parecía importarles esto y seguían haciendo vibrar al público con puntos de gran calidad, que con el paso del choque, y cada vez con más frecuencia, se llevaba el número uno del mundo.

Con 5-4 y servicio para el serbio, el número 20 del mundo quiso poner contra las cuerdas a su rival consiguiendo, con dos grandes puntos, ponerse con 15-30, sin embargo, la reacción del jugador más en forma del circuito fue rápida y contundente. Con dos aces, dos saques abiertos y a las líneas, se ponía por delante 40-30 y un error posterior del francés hacia que Nole se llevase el juego, con ello también el set en 43 minutos de juego y tuviera aún más a tiro la final.

Un simple, entre comillas, break, había servido para que el mejor jugador del mundo se metiera la primera manga en el zurrón.

Sin concesiones

Ninguna concesión dio Djokovic a Gasquet y eso que el natural de Berzins y residente en Neuchatel (Suiza) pudo meter, en cierto modo, el miedo en el cuerpo del serbio con un 0-30 del que dispuso tras lograr hacerse con su saque poniendo el 0-1, pero nada más lejos de la realidad.

El de Belgrado buscará en la final del domingo su tercer trofeo británico

Tras tenerlo en la mano, sería Novak el que en el tercer juego de este tercer y, a la postre, último set, rompería el saque del galo y a renglón seguido pondría el 3-1 con la consecución de su saque. No se le iba una pelota fuera al número uno del mundo, sin errores no forzados, con la concentración de un campeón y sin conceder nada, absolutamente nada, a un Richard Gasquet que comenzaba a pensar que meterse en la final de un Grand Slam por primera vez en la historia de su carrera, no iba a pasar por este viernes 10 de julio de 2015.

Alcanzábamos las dos horas de juego y el choque, la primera semifinal de Wimbledon parecía llegar a su fin. El octavo juego fue una buena muestra del repertorio de Nole, derecha ganadora, dejada de ensueño y revés a dos manos a la línea, todo para conseguir el 5-3 y esperar el fallo al servicio del rival.

No fue en el noveno juego, pero en el décimo y con su saque. El de Belgrado cerraba con un juego en blanco el partido venciendo por tres sets a cero a un rival al que poco hay que achacarle, porque firmó un torneo espectacular.

Djokovic buscará el tercer trofeo en la catedral del tenis después de los logrados en 2011 y 2014, conseguir su noveno Grand Slam y alcanzar los 54 títulos en su brillante carrera y con solo 28 años.

Fotografías: Wimbledon

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Sobre el autor
Alvar Salvador
Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid. Colaborador en Es Radio Valladolid.