El mermado tenis estaodunidense está sufriendo una semana de buenas noticias, que se erige en un oasis en el desierto. Con tres jugadores en cuarto de finales y un Isner imparable, adquiría especial interés el duelo fratricida entre un jugador consolidado pero con sensación de tener potencial para retos mayores, como es Steve Johnson, y la gran perla del tenis norteamericano: Jack Sock.

Johnson impone su ley con el saque

La versatilidad define a estos dos jugadores rebosantes en talento pero aún faltos de dar un paso adelante en cuanto a juego y resultados. Especialmente significativoe es el caso de Steve Johnson, cuyo nivel de tenis parecen hacerle capaz de superar con creces el mejor ránking de su carrera, que data de finales de 2014, cuando se colocó 37 del mundo.

Jack Sock en Washington. Foto: atpworldtour

Sin embargo, no parecía el día indicado para dar ese salto cualitativo. Una grada decantada en favor de Sock, la buena temporada que viene haciendo el mismo así como su frenético drive y una aparente superioridad mostrada en los últimos meses, hacían pensar que el californiano lo tenía complicado.

Johnson no concedió ni una bola de break en todo el encuentro

Mas se pone de manifiesto que Washington no es el territorio ideal para Sock. Su derrota en el dobles junto a Pospisil pareció darles alas a ambos en el cuadro individual, pero finalmente las malas sensaciones se trasladaran al singles. Estuvo poco reconocible Sock, que en ningún momento pudo inquietar al resto, tal y como pone de manifiesto la ausencia de oportunidades de break por su parte.

Aguantó el tipo con el servicio en la primera manga, pero la pérdida de la misma en el tiebreak fue una montaña demasiado alta para un jugador al que se le ha visto poco fresco mentalmente, y puede estar sintiendo la presión que le impone el público estadounidense. Un Johnson imperial al servicio y muy incisivo en todo momento, mantuvo un nivel excelso durante la totalidad del encuentro, y logró el billete para unas prometedoras semifinales, en las que si logra vencer a Isner, puede dar un golpe de efecto y un giro a su carrera.