Con Tokio como escenario y Singapur como meta, Karolina Pliskova y Agnieszca Radwanska pugnaron por una plaza en la penúltima ronda del torneo asiático. La polaca, más constante en su juego y manejando a la perfección el tempo del partido, se apuntó un importante triunfo (7-5 y 6-2) ante la checa, que no anduvo fina ante una rival a la que jamás ha ganado (0-4). Radwanska se medirá en semifinales a Ana Ivanovic o Dominika Cibulkova.

Juego incisivo de la polaca

Radwanska arrancó el encuentro agresiva, asumiendo el teórico papel de su rival. Y manejando también los escasos intercambios gracias a su amplio repertorio de golpes. Pliskova, una de las grandes sacadoras del circuito, se aferró a su servicio, pero cuando éste no la acompañaba, sufría en exceso. En apenas quince minutos la polaca ya dominaba el duelo (4-1), aunque con tan solo un break. La checa evitó como pudo que la desventaja aumentara y aguardó su oportunidad, que se presentó en el noveno juego.

La polaca, que había consumado cómodamente todos sus juegos al servicio, notó la presión cuando tuvo la oportunidad de cerrar la manga. Ahí se lanzó Pliskova, logrando el ansiado break y confirmándolo con su saque (5-5), en parte gracias a una derecha que empezó a carburar. Pero la constancia de Agnieszca, contrastada con los 21 errores no forzados de la checa, fue decisiva. Se aseguró el desempate y después, al resto, aprovechó su cuarta bola de set (7-5) tras una volea errada de su contrincante.

El segundo acto, pese a la insistencia de Pliskova, cayó del lado de la polaca de forma contundente (6-2). La intensidad del partido se acrecentó y Radwanska tomó la batuta, dominando a la perfección cada intercambio. Cuando el saque de Pliskova no funcionaba, ahí estaba la decimotercera del ranking para apretar y lograr el break (3-1). Agnieszca trabajó más de lo que reflejó el resultado final (6-2), pero sin ver peligrar la victoria en ningún momento, ya que no cedió ni una sola oportunidad al resto en el segundo parcial.