Si el arte de la despedida es intrínsecamente triste, está claro que la tenista italiana Flavia Pennetta ha logrado extraerle lo máximo posible esta connotación. Siendo ya una veterana de la WTA, el último torneo disputado por la deportista de Brindisi será, paradójicamente, su primera y última Copa de Maestras en Singapur. Y es que la jugadora transalpina ha logrado en este 2015, año de su retirada, ejecutar la mejor temporada de su larga trayectoria como tenista profesional, con título de Grand Slam incluido.

Pennetta suma casi una década alrededor del top 30 mundial del tenis femenino, alternando en alguna ocasión alguna ligera ascensión en el ranking con alguna que otra caída esporádica, pero en líneas generales manteniendo siempre una regularidad magnífica. Desde que ganase su primer título WTA en 2004 ante Koukalova en Sopot, la italiana ha sumado hasta once triunfos por catorce finales perdidas. De entre sus títulos, sin duda los dos con mayor relevancia han sido los dos últimos que ha conseguido: el Premier Mandatory de Indian Wells el pasado 2014 y el último US Open disputado el pasado mes de septiembre.

Pennetta consiguió en el pasado US Open el gran éxito de su carrera (Foto: Clive Brunskill / Getty Images).

Su victoria en el Grand Slam norteamericano le ha brindado 2000 de los casi 3500 puntos que actualmente atesora en su cuenta particular y, producto de la extrema igualdad del circuito WTA, la ha catapultado en el ranking hasta ocupar la sexta posición, la mejor de toda su carrera, e inevitablemente le ha fabicado un billete exprés para el torneo en el que se baten las mejores raquetas del mundo. A él accederá como quinta cabeza de serie, tras superar en la clasificación a la polaca Agniezska Radwanska y la alemana Angelique Kerber merced a sus cuartos de final en Moscú y también gracias a la ausencia de Serena Williams. Una Serena que, además, perdió la oportunidad de completar el Grand Slam en el US Open que coronaba a Pennetta.

La tenista italiana ha sabido reconvertir su tenis a la perfección a lo largo de su carrera. Pese a ser una gran especialista en tierra batida y defenderse sobre esta superficie mejor que sobre cualquier otra, Pennetta ha sabido adaptar su juego de fondo de pista a superficies más rápidas, algo que ha quedado más que patente dadas sus victorias de mérito en los últimos años. A diferencia de la mayoría de los casos, la despedida de Flavia Pennetta del tenis profesional no será en absoluto una comparsa ni un homenaje, sino una verdadera competición a la que llega con opciones de ganar.

Ante la incógnita de los estados físicos de Maria Sharapova y Simona Halep y el bajo momento de forma de Petra Kvitova o Lucie Safarova, las oportunidades de Pennetta para realizar un papel meritorio en Singapur se disparan. Tras su victoria en Flushing Meadows, parece que tan sólo Garbiñe Muguruza y Agnieszka Radwanska llegan en un momento de forma equiparable al de la italiana, si bien es cierto que tanto española como polaca se desempeñan, al menos teóricamente, mejor sobre el tipo de superficie que se dará en territorio asiático.

La italiana buscará terminar su carrera a lo grande (Foto: Mike Stobe / Getty Images).

La tenista mediterránea ha quedado encuadrada en un grupo de alta complejidad, compuesto por la rumana Simona Halep, la rusa Maria Sharapova y la polaca Aga Radwanska. Tres tenistas que, en el caso de que desempeñen su mejor tenis, serán huesos duros de roer para ella. Sin embargo, a lo largo de este 2015, Pennetta ya ha logrado derrotar a dos de ellas. De Sharapova se deshizo en los octavos de final de Indian Wells en el mes de marzo, mientras que su último duelo ante Halep tuvo lugar en las semifinales del US Open, en las que Pennetta arrasó por completo a su adversaria.

De lo que no cabe duda alguna es de que Flavia Pennetta echará el resto en Singapur. Como último torneo de su carrera deportiva, la italiana intentará exprimirlo y llegar lo más lejos posible para prolongar, aunque sea por un suspiro, su viaje a través del tenis profesional. Con los pies en el suelo pero la cabeza bien alta, Pennetta dirá adiós a su raqueta, quizá como campeona de campeonas. Nadie puede negar que sería casi mágico.