Todo un país pendiente de ellos. Han escrito ya una historia dorada en el tenis belga pero desean ponerle la guinda. Hacía décadas que Bélgica no llegaba tan lejos en la competición por selecciones nacionales, y buscará el título ante su público.

Se conocía la fecha de la final (27 al 29 de noviembre), la sede (Gante) y la superficie de juego (tierra batida). Solo faltaba definir lo más importante: los protagonistas de lo que se puede convertir en una de las mayores hazañas de esta competición. 

Lo que funciona no hay por qué tocarlo

Esto habrá pensado el capitán Johan van Herck. Sin un jugador entre los mejores del mundo, Bélgica ha logrado superar a rivales de cierta entidad, aprovechando la ausencia de jugadores bandera, pero también creciendo todos sus componentes mucho, y ofreciendo su mejor tenis.

La presencia de David Goffin era incuestionable; el joven y menudo jugador belga se ha erigido en el líder del equipo, ganando el quinto punto ante Suiza, encarrillando la eliminatoria contra Canadá y siendo decisivo contra Argentina en semifinales. Aunque en esta ronda se destapó un irreconocible Steve Darcis, imponiéndose a Delbonis en un quinto punto de infarto.

Bemelmans y Copejans jugarán el doblesLlegan ambos con mucha confianza, al igual que Bemelmans y Copejans. Estos dos jugadores parecen predestinados a disputar el punto del dobles. Ya lo hicieron con Canadá, siendo Bemelmans fijo en todas las eliminatorias. Jugó junto a Desein frente a Suiza y con Darcis frente a Argentina. Regresa Copejans para formar la pareja estelar del equipo belga.

Se manejan bien en tierra batida, contarán con el apoyo de su público y con la ilusión por hacer historia. Así es el equipo belga de Copa Davis. Preparados para la batalla y para inscribir con letras de oro el nombre de su país en la competición.