Una derrota en un torneo como el de Londres no es tan letal como en cualquier evento a lo largo del año, pero pone contra las cuerdas al que la sufre. En estas circunstancias se presentaban ambas parejas a un partido que podía significar la vida o la muerte, deportivamente hablando. Se batieron en un duelo de gran intensidad, gestionando situaciones de crisis y ofreciendo un sublime espectáculo.

Tres de los cuatro jugadores en pista superaban con creces la treintena de año, por lo que el factor juventud con el que contaba la pareja gala al estar Herbert en ella, fue determinante en momentos concretos del encuentro.

El partido en un pañuelo

La igualdad fue máxima en todo momento. Los detalles fueron los que decantaron la balanza de uno y otro lado, al mostrarse ambas parejas muy dinámicas y concentradas en todo momento. No hubo especiales vaivenes de nivel, lo que dio lugar a un partido con un juego muy notable de manera continuada.

En el primer set hubo un intercambio de breaks a inicios de encuentro, lo que te vaticinaba ya una gran emoción. Cuando ambas parejas se estabilizaron al saque y el tiebreak parecía inevitable, Zimonjic y Matkowski se activaron mucho de piernas y lograron quebrar el servicio de los franceses, tomando una ventaja de un set nada desdeñable.

Reacción encorajinada de los franceses al inicio del segundo parcial

Los franceses no se vinieron abajo ni mucho menos, sino que se tomaron esta parcial decepción como un acicate para mejorar. Zimonjic y Matkowski perdieron un poco el ritmo, y a su edad no es fácil recuperarla con rapidez. Arrastraron eso durante todo el segundo set, teniendo dos bolas de break que no pudieron aprovechar, viéndose amenazados de manera constante por los franceses, cuando éstos se encontraban al resto. Aprovechando dos de las siete bolas de rotura que tuvieron, los galos igualaron el marcador.

El partido se fue a un tercer y definitivo set muy intenso y emocionante. La grada vibró ante las constantes alternativas en el marcador en un supertiebreak de gran calidad. La balanza acabó decantándose del lado de Mahut y Herbert, que celebraron emocionados una victoria dedicada a todos sus compatriota, que tan mal lo están pasando estos días. Se mantienen con opciones de clasificación, mientras que Matkowski y Zimonjic solo pueden confiar en una carambola.