Las lesiones que han lastrado la andadura de Victoria Azarenka en el circuito parecen olvidadas.  La bielorrusa ha arrancado el 2016 refrendando la progresión y las buenas sensaciones que atravesó por momentos en la temporada pasada. Este jueves superó de forma contundente (6-1 y 6-2) a la actual finalista del US Open, Roberta Vinci. En semifinales se verá las caras con la estadounidense Samantha Crawford, que sorprendió al apear a la alemán Andrea Petkovic.

El encuentro arrancó con la versión más reconocible de Azarenka. Agresiva, y muy metida en la pista, se desató al resto para tomar ventaja desde el inicio. Después, al servicio, los golpes de la bielorrusa no fueron tan certeros. La italiana tomó ventaja con su derecha e igualó (1-1) el partido. Ahí Vinci no era consciente del vendaval que se avecinaba. ‘Vika’ desplegó su mejor nivel. Desde el fondo de la pista, tanto de derecha como de revés, encontró las líneas con facilidad. Roberta, que recurrió en exceso al revés cortado, era incapaz de frenar el empuje de la bielorrusa, que se apuntó cinco juegos de manera consecutiva para cerrar la manga (6-1).

En el segundo asalto se pudo vislumbrar otra intención en la mirada de Vinci. Dejó a un lado su actitud pesimista y encaró el partido desde cero. Resistió las embestidas de Azarenka hasta provocar los errores de la bielorrusa, precipitada en ciertos momentos. Con ambas ganando su servicio (1-1) se enzarzaron en un tercer juego que rondó los diez minutos de batalla. Ahí Victoria perdió la habitual constancia que suele caracterizarla y erró más de la cuenta. Esto permitió a Vinci hacerse con un juego que parecía erigirse clave en el devenir del segundo acto.

Pero no fue así. Azarenka no quedó afectada psicológicamente. Es más, se creció ante el temor de que el encuentro cambiara de rumbo. Su derecha volvió a carburar, hallando ángulos que de nuevo provocaron la sonrisa irónica e impotente de la italiana. Tras cuatro juegos consecutivos de la bielorrusa, Vinci parecía decidida a reducir la brecha en el marcador. Sin embargo, desaprovechó un 40-0 y permitió a ‘Vika’ cerrar con comodidad un encuentro que careció de incertidumbre.