Si la brillantez tiene materialización tenística, Albert Ramos la ha encarnado en la primera ronda del Abierto de Australia. Tenía por delante un partido realmente complejo, pero el catalán supo manejar la situación en todo momento, y neutralizó a un desconcertado Borna Coric, que se vio apabullado por el tenis variado e intenso del catalán.

Albert tiene talento y potencial, y aunque le falte algo de consistencia y potencia en sus golpes para codearse con los mejores, cuando está inspirado es capaz de todo. Que se lo digan a Federer, que sucumbió al poderío del español hace tan solo unos meses. Ramos emuló ese nivel, lo que le llevó a reducir a cenizas el incipiente juego del croata.

Superior de principio a fin

Ambos son jugadores sin especiales agujeros en su tenis, y con un ritmo de bola elevado. Coric es quien suscita más atención, por su corta edad y los muchos pronósticos que le sitúan como líder del relevo generacional que está por venir. Ha dado ya muestras de su talento y potencial, pero esta vez no podría hacerlo.

Ramos salió a pista dispuesto a todo, y sus sensaciones fueron muy positivas desde el inicio. Inspirado al servicio y sólido de fondo de pista, el catalán fue un martillo pilón para un Coric muy precipitado, que no encontraba sensaciones y cometía errores con facilidad. La superioridad del español en la primera manga fue tal, que no dio ni una sola oportunidad de break a Coric.

Tras un contundente 6-2, el croata se activó algo de piernas y forzó cuatro bolas de rotura. Pero se demostró que no era su día, mostrándose endebles en momentos cumbre y postrándose ante un juego muy eficaz de Ramos. El español no solo no se contentó con levantar cuatro bolas de break, sino que aprovechó las dos de las que dispuso, para llevarse el segundo set por 6-2, de nuevo.

Más ganadores que errores no forzados del español

El tercer set siguió por los mismos derroteros, con un Coric más suelto pero a la vez más desesperado, que no escatimó en errores no forzados. Acabó con la friolera de 36, por tan solo 20 golpes ganadores. El juego de Ramos se plasma también en las estadísticas, ya que logró más winners que errores (24 por 19). 

Victoria de mucho mérito que le lleva a una segunda ronda realmente compleja. De nuevo será un croata, y de nuevo no volverá a ser favorito, pero si mantiene este nivel, Marin Cilic necesitará su mejor tenis para ganarle.