Con su triunfo en tres sets ante su compatriota James Duckworth , el australiano Lleyton Hewitt se aseguró una nueva (¿última?) batalla ante David Ferrer, en la tecera ronda del que será su último torneo como profesional. Después de su victoria, el ex número uno del mundo compareció ante los micrófonos y se mostró contento y motivado porque su aventura final sigue. "Estoy  feliz. No diría que fue un partido cómodo, en el tercer set tuve que luchar y meter un montón de bolas para sostenerme y alzarme con la victoria".

Hewitt no desmereció el carácter de su rival y su levantada en el juego durante el tramo final del encuentro, pero también valoró la firmeza con que pudo resolver el asunto y no complicarse. "Siento que estuve muy bien en la devolución del servicio, le hice correr de un lado a otro y eso ejerció presión sobre él".

El australiano se sincera y dice que ha tenido que jugar con la dispersión y zozobra de saber que es su torneo despedida del circuito. "Creo que he sido capaz de bloquear todo lo demás una vez que he estado en el juego. Es complicado porque desde que anuncié que este sería mi último torneo, me preguntan bastante sobre ello hace algunos meses y de repente estas aquí y no sabes cómo vas reaccionar, pero trato de enfocarme en un partido a la vez. Me enorgullezco durante toda mi carrera de prepararme siempre de la mejor forma posible para cada juego y voy a hacer lo mismo la próxima vez".

A la vuelta de la esquina, espera David Ferrer con la meta de avanzar a cuarta ronda y ensanchar su palmarés con el lujo de ser quien jubiló al eterno león australiano. Pero Hewitt no lo dejará fácil, lo que pinta un espectacular cotejo con pronóstico reservado