La carrera tenística de Lleyton Hewitt ha llegado a su fin en su casa, Australia, donde una Rod Laver Arena abarrotada vio como uno de sus pupilos decía definitivamente adiós a sus 34 años y después de 877 partidos. Su verdugo preciasamente ha sido un español, David Ferrer, en tres sets. Es un dato curioso que haya sido un español el que ponga fin a la carrera del australiano, teniendo en cuenta la gran rivalidad que tenían hace unos años estos dos países en la Copa Davis. 

La tarde-noche en Melbourne deparó un encuentro entre dos veteranos que muchos se atreven a comparar e incluso comentan que David Ferrer es la versión mejorada de Hewitt, quienes tienen como base de sus triunfos el esfuerzo, el trabajo y la no rendición. El head to head entre ambos favorece a Ferrer con dos victorias frente a una de Hewitt. Curiosamente solo se han visto las caras en los Grand Slams. 

En cuanto a sensaciones, el partido comenzó de una manera muy positiva para el australiano que conseguía hacer frente al juego constante de Ferrer, pero sin poder hacer daño al español quien por el contrario comenzó el encuentro muy gris con algún desajuste con el saque y un poco más parado de piernas de lo habitual. Sin embargo, Ferrer se dio cuenta de que el es el número ocho del mundo y que, a pesar de estar jugando con una leyenda viva del tenis, él es el que tenía muchas opciones de pasar ronda, por ello en el quinto juego se produjo el break para el español que imprimió mucho ritmo a su juego, apoyándose en su característica derecha invertida y cerró el set por 6-2.

Hewitt siempre ha tenido una especie de maldición en el torneo que, como ha declarado en más de una ocación, siempre ha querido ganar. Tuvo la oportunidad en el año 2005 cuando llegó a la final, pero la perdió a manos de Marat Safin en cuatro mangas. Desde esa final, los resultado del de Adelaida en el primer Grand Slam del año han sido paupérrimos y su mejor resultado han sido tres terceras rondas. Y hoy no iba a ser menos. 

Ferrer continuó a su ritmo en el segundo parcial y de nuevo en el quinto juego volvió a romper el servicio de su rival, lo que no se esperaba es que Hewitt se revolvería tanto y llegase a dificultarle el partido. No fue así, pero desde entonces el partido entró en una fase donde el físico se convirtió en el gran factor debido a los largos y duros rallies que se sucedieron. David tuvo que cambiar la táctica y cerrar muchos puntos en la red. A pesar del aumento en el nivel tenístico del partido y de su rival, David tiró de veteranía y cabeza para finalizar el set por 6-4. 

6/10 puntos en la red de Ferrer

La batalla en el tercer set continuó y ambos jugadores lucharon por cada una de las bolas. Hubo breaks y contrabreaks, que hicieron creer a los espectadores que el partido y, por tanto, la carrera de Hewitt se iba a alargar. Pero el partido no dio para más y en el octavo juego David consiguió el break que le abriría las puertas de la siguiente ronda. 6-4 fue el resultado final del set y se verá las caras en la próxima ronda con Lucal Rosol que derrotó a Jack Sock 7-6 7-6 y 6-3. 

Leyenda viva

Con esta derrota se pone fin a la carrera de Lleyton Hewitt que comenzó en 1997 y que ha estado plagada de títulos: Wimbledon, Us Open, la Copa Davis y la Copa de Maestros. Además de ser número 1 del mundo. 

El "chico malo" se despide del tenis tras 19 años de éxitos también muchas lesiones, pero sin duda será recordado como uno de los mejores tenístas de principios de siglo.