La tenista alemana, Annika Beck, situada en el puesto 55 de la lista de las mejores tenistas del panorama femenino mundial según la WTA, se impuso en dos parciales a su rival de segunda ronda, la suiza Timea Bacsinszky, décimo cuarta de la WTA y undécima cabeza de serie en el Open de Australia, a la que superó en una hora y 19 minutos de duración por 6-2 y 6-3, con lo que la helvética da por terminado su paso por el primer Grand Slam de la temporada. 

Ambas estuvieron empatadas en cuanto a saques directos, uno para cada jugadora, mientras que en dobles faltas estuvo por delante la germana, con 2, por una de su oponente. A pesar de ello la germana tuvo un mayor porcentaje de efectividad con su primer saque. Demasiados errores no forzados para la helvética, un total de 33 por los 19 de su contrincante, que impuso 17 golpes ganadores por los 15 de Bacsinszky.

Superior también estuvo Beck en los puntos de rotura, donde la 55 de la WTA se apuntó cinco de las nueve ocasiones en que pudo hacerlo, mientras que por su  parte la 14 de la WTA lo consiguió en una de las dos ocasiones que dispuso. Por último en el total de puntos conseguidos figuraron 64 para la vencedora del partido, mientras que fueron 46 para Bacsinszky. 

Ahora la jugadora nacida en la ciudad alemana de Giessen tendrá que verse las caras su con compatriota Laura Siegemund, 97 de la WTA, que también se deshizo en su ronda previa de una jugadora favorita en Australia, la serbia Jelena Jankovic, décimo novena cabeza de serie y 22 de la lista mundial, a la que derrotó en tres parciales, por 3-6, 7-6 (5) y 6-4, tras dos horas y 29 minutos de duración.