Después de imponerse en la primera ronda a la checa Lucie Hradecka, y hacer lo propio en segunda ronda frente a ni más ni menos que la sexta cabeza de serie del torneo, Petra Kvitova, la australiana Daria Gavrilova se plantaba en tercera ronda con ganas e ilusión de medirse a la francesa Kristina Mladenovic, quien por su parte había comenzado derrotando en su debut a la eslovaca Dominika Cibulkova, y a la americana Nicole Gibbs un partido después, dejando por delante un fabuloso partido de tercera ronda entre la tenista australiana y la francesa.

Gavrilova comienza pisando el acelerador

Tras conseguir sumar las dos tenistas su primer juego al marcador, era Gavrilova la encargada de ponerse manos a la obra al resto, consiguiendo que los nervios aparecieran en el tenis de Mladenovic para romper el saque de la francesa, colocándose con 2-1 a favor, un resultado que no conseguía ampliar un juego después con la consolidación de la rotura, dado que Kristina sacaba su orgullo para obtener el contrabreak estando con 2-2 en el luminoso. 

Daria Gavrilova celebra un punto | Foto: Open de Australia

De ahí en adelante el encuentro mostró una igualdad patente en cada golpe, siendo Gavrilova y Mladinovic dos divas sobre la pista deleitando con un bello espectáculo a los presentes en la grada. Daria jugaba en casa, tenía el apoyo del público y eso le hizo crecerse ante las adversidades, quebrando el saque de Kristina en el momento clave del choque, con 3-3 en el marcador, yéndose fácilmente hasta el 4-3 que le permitía disponer de su saque para buscar cerrar la primera manga, algo que a la postre conseguiría hacer Daria Gavrilova por 6-4, después de tan solo 32 minutos de parcial.

Mladenovic se crece ante las adversidades para conseguir forzar la tercera manga, una oda al buen tenis

Tras un vibrante primer set, tanto Gavrilova como Mladenovic volvieron a la pista después de un pequeño descanso con las espadas en todo lo alto. En el primer juego del parcial Daria disponía de las primeras bolas de quiebre de la manga, las cuales conseguía salvar Kristina, antes de que dos juegos después la francesa no pudiera hacer nada para detener el poderío de la australiana, quien quebraba su saque para irse hasta el 2-1, aunque tal y como ya ocurriera durante la primera manga no era capaz Gavrilova de consolidar el quiebre siendo Kristina la encargada de igualar la contienda a dos juegos.

Kristina Mladenovic celebra el hecho de llevarse el segundo set | Foto: Open de Australia

Durante el primer parcial la voz cantante del encuentro era llevada por Gavrilova, pero la australiana ni mucho menos se mostraba cómoda sobre la pista, dado que Mladenovic atacaba al resto con potencia. Dos nuevas roturas entraban en acción para cada una de las dos tenistas, por lo que nada cambiaba el encuentro, dando paso a un juego de impás antes de la batalla final, y es que con 4-4 en el electrónico la francesa subía el 4-5 al marcador para disponer de la opción de cerrar el set al resto, algo que conseguía aprovechando los nervios de su rival para cerrar la segunda manga por 4-6, después de 43 minutos de parcial.

Batalla final de dimensiones épicas

Tras dos mangas de auténtico infarto por delante tan solo quedaba el tercer y último set, el cual daría la victoria final a Gavrilova o Mladenovic. Gavrilova pisó el acelerador con 1-1 en el marcador, poniéndose con una rotura de ventaja, la cual era inexistente para la australiana, dado que Mladenovic obtenía el contrabreak un juego después, igualando el encuentro a dos juegos. Daria se mantenía con fuerza al resto, rompiendo el servicio de su rival una vez más tan solo un juego después, pero como no podría ser de otra manera ya en este encuentro, Kristina se sobreponía con el saque de la australiana para poner el 3-3 en el encuentro.

Daria Gavrilova celebra emocionada el triunfo conseguido | Foto: Open de Australia

Los juegos pasaban sin que nada cambiara en el encuentro, pasando del 6-6 hasta llegar con solidez hasta el 9-9, momento en que los nervios estaban a flor de piel, logrando la tenista australiana sacar su juego hacia delante, colocándose con 10-9 a favor, para disponer del resto para cerrar el choque. Los nervios le jugaron una mala pasada a Kristina Mladenovic, y es que la tenista francesa no conseguía detener el vendaval de juego impuesto por Daria Gavrilova, que se llevaba el tercer set por 11-9, y por ende accedería a la cuarta ronda imponiéndose por 6-4, 4-6 y 11-9 después de ni más ni menos que dos horas y 51 minutos de partido. La australiana se medirá en la próxima ronda a la española Carla Suárez Navarro, quien aprovechó una retirada para acceder a la siguiente ronda.