Había mucha expectación por presenciar el regreso a las pistas de una guerrera nata, que estrenaba la flamante posición de tercera mejor jugadora del mundo. La polaca se despidió del Abierto de Australia tras ser sometida a un duro castigo por parte de Serena, y decidió tomarse unas semanas de receso antes de afrontar el siguiente reto. 

Este reto es Doha. La capital catarí acoge un evento de altos vuelos, en el que Radwanska ha querido estar presente, y parece que ha venido a ganar. Como las grandes del circuito jugó esta primera ronda; asumiendo su superioridad y sin inquietarse por no hacer uno de sus mejores partidos. Poco a poco fue imponiendo su tenis, intentando coger sensaciones y ritmo, algo que se pierde pronto en esta vorágine que constituye el mundo del tenis. Lo consiguió.

La polaca fue de menos a más

No tenía una rival sencilla para comenzar. Kateryna Bondarenka es una tenista polivalente, que se adapta a cualquier tipo de juego, y que venía rodada tras pasar la fase previa. Comenzó el partido muy intensa, buscando aprovechar un cierto letargo de la polaca, pero pronto fue despertada de su sueño.

Radwanska se agarró a la pista, tiró mucho más profundo y se erigió en un muro de fondo de pista. Con tremenda paciencia y solidez, la polaca aprovechó dos de las cuatro bolas de break de las que dispuso y puso tierra de por medio.

Radwanska dominó mucho con el resto en la segunda manga

Bondarenko no se vino abajo, y continuó jugando a gran intensidad. Ya iba a remolque, corriendo detrás de los tiros precisos y talentosos de Agnieszka. Tuvo conato de rebelión aprovechando una bola de break, pero las dificultades para sacar adelante su servicio eran más que notables. Hasta ocho bolas de break tuvo que afrontar, cediendo en dos ellas lo que significó su definitiva derrota. 6-4 6-4 para Radwanska, que tendrá como rival en segunda ronda a la ganadora del duelo entre Jankovic y Niculescu.