La clase media se rebeló contra el hidalgo con pretensiones de noble. Con esta metáfora social puede calificarse la victoria de un guerrero de las pistas ante el siempre elegante Benoit Paire. El galo venía de cuajar una gran actuación en Marsella, y no supo canalizar bien el paso de pista dura indoor a la tierra batida paulista. Pidió una invitación a jugar en el evento brasileño, siendo una sorpresa para aficionados y organizadores, y cruzó el charco para vagar por las pista y mostrar su lado más inestable.

Ahí estuvo Lajovic; supo aprovechar los vaivenes de juego de un tenista tan brillante cuando está inspirado, como desesperante cuando se desenfoca. Ofreció una versión prepotente y descarada ante un Lajovic que trabajó mucho para ganar el partido. Un partido que le lleva a los cuartos de final y le convierte en favorito para llegar a las semifinales. Para el 76 del mundo, como es él, este resultado puede suponer un influjo de puntos muy importante.

Solidez por bandera

Absolutamente caótico. Golpes a destiempo, precipitación constante, dejadas estando por detrás de la línea de fondo, y constante monólogos criticándose a sí mismo. Así jugó Benoit Paire durante un primer set sencillamente desastroso para sus intereses. A Lajovic le costó resolver las situaciones de break (3/12), pero acabó haciendo un rosco al francés.

Benoit Paire en 2016. Foto: zimbio
Benoit Paire en 2016. Foto: zimbio

El serbio se relajó notablemente y dejó entrar a Paire. Tuvo la capacidad para hacer borrón y cuenta nueva, siendo claves los primeros compases del segundo parcial. Allí, Paire se jugó inmisericordemente varias bolas, y encontró golpes ganadores. Tomó la confianza necesaria como para hacer quebrar los nervios de un Lajovic bastante frágil, y que no esperaba esa reacción. Ganó Paire 4-6 la segunda manga, y llevó el partido a la tercera y definitiva.

Derrumbamiento de Paire en el set definitivo ante un Lajovic muy fiero

Se podía prever la materialización de la remontada del galo, pero nada más lejos de la realidad. Volvió a ser tremendamente superior el serbio, alargando los puntos y haciendo quebrar la confianza del galo. No veía huecos el galo y se precipitaba constantemente, cometiendo errores infantiles. El optimismo de Lajovic decantó la balanza de su lado, y logró dar la campanada. Gastao Elías será su rival por un puesto en semifinales.