Tras completar en 2015 el mejor año de su carrera deportiva, culminado con la conquista de Roland Garros, Stanislas Wawrinka ha comenzado el año con las mismas buenas sensaciones que ofreció la temporada pasada. Pese a caer de manera prematura en el primer Grand Slam de 2016, el Open de Australia, el tenista suizo ha conquistado ya dos títulos en lo que va de año y aún no ha alcanzado su mejor nivel de juego, por lo que es uno de los grandes favoritos a todos los torneos que dispute. El siguiente objetivo del helvético es el Masters 1.000 de Indian Wells, un torneo donde su mejor resultado fueron los cuartos de final alcanzados en 2011.

Después de superar al ucraniano Illya Marchenko en primera ronda, el siguiente rival de Wawrinka en el torneo californiano era el ruso Andrey Kuznetsov, que había llegado a la segunda ronda de la competición estadounidense tras eliminar a un cabeza de serie como Jeremy Chardy, por lo que podría ser un rival complicado para el número cuatro del ránking mundial.

Oportunidad aprovechada

Y el partido fue más difícil de lo esperado para el jugador suizo. En el primer set, ambos tenistas estuvieron muy acertados con el servicio, consiguiendo unos porcentajes similares. La única pequeña diferencia estuvo en el segundo saque, pues Kuznetsov tuvo más problemas y esa situación la aprovechó Stanislas Wawrinka para inquietar desde el resto,si bien no terminba de llegar la tan ansiada oportunidad de 'break'.

Wawrinka remontó un 5-3 abajo en el segundo set

Tan esperada y tan importante era la ocasión de romper el servicio del rival que, la única que hubo en la primera manga, fue aprovechada por el tenista helvético, consiguiendo una ventaja que mantendría durante el resto del parcial gracias a su buen hacer con el servicio y a su solidez desde el fondo de la pista, lo que le permitió hacerse con el primer set con un resultado de 6-4.

Reacción de campeón

Lejos de venirse abajo tenística y mentalmente, Andrey Kuznetsov comenzó muy concentrado y acertado la segunda manga. El ruso consiguió mejores porcentajes con el servicio que su rival y eso le permitió no sólo llevar la delantera en el marcador, sino presionar a Wawrinka desde el resto hasta el punto de conseguir un 'break' que estableció el 5-3 en el marcador, y la sensación de que el partido se resolvería en la tercera manga.

Sin embargo, como hacen los grandes campeones, Stan Wawrinka encontró su mejor versión tenística para devolver la rotura encajada e igualar el encuentro, llevando el parcial al 'tie-break'. En el juego definitivo, el jugador helvético impuso su mayor experiencia en ese tipo de situaciones y se impuso por 7-5, consiguiendo el pase a los octavos de final de Indian Wells 2016, donde se enfrentará al belga David Goffin.