La tierra batida es la superficie por excelencia de Pablo Carreño, pero, de entre todas ellas, la de Estoril parece especial. El gijonés, octavo cabeza de serie, dio muestra de ellos al alcanzar su tercera semifinal en el torneo luso tras dar la campanada y derrotar 6-3 y 6-4 al principal favorito para coronarse, Gilles Simon. Por un puesto en la final, el asturiano se medirá a otro francés, Benoit Paire, verdugo del manchego Guillermo García López.

Pablo Carreño sigue encadenando buenas actuaciones en esta gira sobre tierra batida y confirmando sensaciones en este 2016. El último triunfo cosechado ante el favorito Gilles Simon, no hace más que refrendar varios hechos: el asturiano se desenvuelve muy bien sobre arcilla, está en pleno auge y Portugal es su tierra predilecta.

Carreño, seguro al servicio y preciso al resto

El asturiano impuso su dominio sobre la superficie desde los instantes iniciales, pero las diferencias no se marcaron hasta pasada la mitad del primer parcial. Pablo Carreño dominaba los peloteos y llevaba siempre la iniciativa con su saque. Sus bolas siempre llevaban más peso que las de su rival francés y esto terminó por hacer mella en un su juego.

Pablo Carreño salvó dos bolas de break en contra y se anotó la única que dispuso a favor. Efectividad impoluta para clamar el primer setCon 4-3 en el marcador favorable al español, dos buenos restos fueron necesarios para hacer materializar la superioridad del asturiano y apuntarse el primer break del partido. Gilles Simon aún sigue buscando la regularidad que le hizo brillar la temporada pasada pero que se esfumó de golpe tras una lesión de espalda a finales de 2015.

Pablo Carreño disponía de servicio para apuntarse la primera manga y no perdonó. Durante todo el parcial solo concedió dos ocasiones de rotra y salvó ambas. Gilles Simon ofreció solo una y terminó pagándolo. El asturiano, seguro al servicio y preciso al resto para asestar el primer golpe. Set impoluto.

Todavía una marcha más de Carreño

El nivel mostrado de por sí por el español estaba siendo altísimo, pero en el segundo parcial Pablo Carreño mostró que aún quedaba margen de mejora. Los porcentajes de primeros servicio subieron y no concedió ni una sola de break a un Gilles Simon desesperado al resto y sin respuesta en el juego de fondo.

Desarbolado completamente, era cuestión de tiempo que el break definitivo llegase para el asturiano y abocase el partido a su final. Y no tardó en llegar. En el tercer juego de la manga, con 1-1 en el marcador, las esperanzas del tenista galo se esfumaron con un gran revés cruzado del español. Rotura y partido encarrilado.

Como ya ocuerriese en el primer parcial, una sola oportunidad necesitó Pablo Carreño para materializar la rotura y prácticamente decidir el envite. Su nivel con el servicio no solo no bajó, sino que además subió una marcha más. Y en semejante tesitura, Gilles Simon no pudo hacer más que hincar la rodilla poco a poco, superado de principio a fin y en todos los aspectos por el asturiano. 

Pablo Carreño, con todo de cara, sentenció el partido en cuanto tuvo ocasión y avanzó a las semifinales del torneo portugués por tercera vez en su carrera. El asturiano cayó en sendas ocasiones ante Stanislas Wawrinka y Nick Kyrgios, pero mañana se medirá a Benoit Paire, otro tenista galo, buscando romper esa frontera tras dar la campanada en su tierra predilecta.