Mires donde mires, siempre hay un francés. Parece que tienen el don de ubicuidad para meter jugadores en todo evento tenístico que se precie, pero no es mal que el fiel reflejo del buen hacer por parte de las instancias deportivas galas, cuya inversión en la formación de jóvenes fue, es y será siempre muy notable. Comparecieron cuatro de ellos en este Masters 1000 de Roma, y todos lograron triunfos muy meritorios.

Chardy y Pouille emergen en el sufrimiento

Partían como favoritos en sus respectivos duelos, pero tuvieron que sudar tinta china para lograr el triunfo. El bueno de Jeremy continúa en un estado medio que le permite poner cerco al top-30, y aprovechar sus buenos momentos para lograr alguna escaramuza frente a rivales con mejor ránking que el suyo. Este 2016 está siendo algo gris para sus intereses, y en Roma pudo sostener a un Dzumhur en forma.

El bosnio comenzó muy bien, haciendo gala de una gran confianza y tomando ventaja rápidamente. Sin embargo, pronto Chardy tomó las riendas y se puso el mono de trabajo en el segundo parcial, para terminar con buenas sensaciones. 2-6 6-4 6-2 fue el resultado final.

Chardy en Roma. Foto: zimbio
Chardy en Roma. Foto: zimbio

Por su parte, el prometedor Lucas Pouille sigue dando señales muy positivas en una inexorable progresión. Lo hizo bien en Madrid y tras superar la fase previa en Roma, acabó con otro jugador procedente de la misma: Ernests Gulbis. El letón no pudo mantener el buen nivel del que hizo gala en la primera manga, y sucumbió 3-6 6-4 7-5 no sin luchar más de lo habitual.

Veteranos de moda

Pasan con creces de la treintena pero siguen dando guerra allá donde van. Mahut está en pleno auge en el circuito de dobles, mientras que mantiene apariciones esporádicas muy meritorias en el individual. Su triunfo ante un consumado especialista sobre tierra batida, como es Pablo Cuevas, supone la gran sorpresa de la jornada.

Mahut da la campanada del día al vencer a Pablo Cuevas

El uruguayo llevaba cansado física y mentalmente tras su intensa semana en Madrid, donde tuvo que disputar varios maratones, contra Kohlschreiber, Monfils y Kyrgios. Fue siempre a remolque ante un Mahut muy concentrado. 7-6 (6) 2-6 7-5 fue el resultado final.

Aún más sorprendente fue, no ya esta victoria únicamente, sino el gran año que está cuajando Stephane Robert. Un jugador totalmente desaparecido los años anteriores que está demostrando muy bien nivel y pudo derrotar al británico de pasaporte, Aljaz Bedene. 7-6 (3) 7-6 (8) en un partido realmente sólido del francés, cuyo siguiente rival será Novak Djokovic.