Alejado del foco de atención mundial en este torneo, como una hormiguita, con la cabeza gacha tras la final perdida ante Djokovic, pero una sola idea en la cabeza: el título. Así camina Murray por el Foro Itálico, como ese gladiador en apariencia timorato que se transforma cuando sus rivales saltan al albero. No tenía en el horizonte ni a Djokovic, ni a Federer ni a Nadal, pero esto no resta dificultad al hecho de encadenar dos semanas al máximo nivel.

El de Dunblane quiere quitarse el "sanbenito" de no ser un jugador de tierra batida. Tras romper el hielo el pasado año con los títulos de Munich y Madrid, Andy tiene una espinita clavada con el evento de Roma, donde hizo uno de los mejores partidos sobre polvo de ladrillo de toda su carrera deportiva; fue en 2011, y cayó ante Djokovic en semifinales. Parece dispuesto a redimirse y no se conforma con nada que no sea llegar a la final, como mínimo.

Chardy no tuvo sensaciones

El francés no se vio con opciones en ningún momento. Llegó cansado tras el exigente duelo que tuvo que afrontar ante Roberto Bautista, y se encontró con un Murray muy sólido, sin cometer errores y sin que ello supusiera jugar pasivo. El escocés encontró el equilibrio entre no regalar nada y no ceder la iniciativa de manera flagrante, y se aprovechó de la falta de frescura física y mental del francés.

Mucho oficio y seriedad del de Dunblane en un partido cómodo

Tras un contundente 6-0 en la primera manga, Andy se relajó sobremanera. Es algo lógico al verse tan superior, pero tuvo mucho mérito la manera de reaccionar que tuvo, dejando en anécdota el break encajado y cerrando el partido sin apenas sufrimiento. Vía libre para el británico hacia cuartos de final, donde se verá las caras con la sensación del día:  David Goffin. El belga acudirá repleto de confianza tras eliminar por 6-0 6-0 a Tomas Berdych.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.