Todo tiene fecha de caducidad, incluso los mejores jugadores de la historia del dobles. Bob y Mike siguen complementándose a la perfección y funcionando como un mecanismo bien engrasado sobre la pista, pero sus movimientos no son tan fluidos y explosivos como lo eran antes. La razón no es otra que algo tan sencillo  y apabullante como el paso del tiempo. Los gemelos han vivido 38 primaveras y llevan 20 años en el tenis profesional, habiendo cosechado gestas como quince Grand Slam. Siguen siendo competitivos pero comienzan a perder partidos que nunca hubieran perdido hace años.

Uno de ellos es el que vieron cómo se les escapaba ante Cilic y Dodig. Los croatas jugaban por la supervivencia mientras que los estadounidenses querían cerrar la eliminatoria por la vía rápida. Marin había visto cómo Jack Sock le había remontado una desventaja de dos sets a cero, con la merma de confianza que ello supone, pero se pudo redimir junto al consumado especialista en esta superficie, Ivan Dodig.

Los Bryan desaprovecharon opciones

No es habitual ver a los estadounidenses sufrir altibajos en su rendimiento en un partido de esta magnitud, y mucho menos dejar escapar opciones de break que les hubieran dado ventaja psicológica y física. Sin embargo, el buen rendimiento de Cilic al servicio y la intuición innata de Dodig para colocarse sobre la pista, hicieron que los Bryan no encontraran resquicios de manera habitual, y cuando los encontraron, no pudieron colarse en ellos.

Lo Bryan dejaron ir un tercer set en el que tuvieron serias opciones de tomar ventaja

El primer y segundo set fueron completamente antagónicos, con un dominio absoluto por parte de una pareja distinta en cada uno de ellos. La igualdad no se manifestó más que en el hecho de que los Bryan reaccionaran con contundencia a su mal primer parcial. Tras este intercambio que acabó en la neutralidad, la tercera manga se antojaba clave y ahí Cilic y Dodig demostraron estar mucho mejor.

Saludo al término del partido. Foto: daviscup.com
Saludo al término del partido. Foto: daviscup.com

Estuvo mucho más igualado que lo que muestra el marcador, habiendo tenido ambas parejas cinco bolas de break. La diferencia fue tan sutil y a la vez contundente, como el hecho de que los croatas aprovecharan tres de las cinco y los estadounidenses tan solo una. Los Bryan acusaron mentalment el devenir de dicha manga, y en el cuarto set se agarraron al servicio para mantenerse en la refriega, pero la lógica se impuso y el partido acabó cayendo del lado de Cilic y Dodig.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.