Después de conseguir dar cuenta en su estreno en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de los holandeses Robin Haase y Jean-Julien Rojer, y hacer lo propio en su segundo compromiso frente a los argentinos Juan Martín del Potro y Máximo González, tanto Rafael Nadal como Marc López entraban en los cuartos de final teniendo que batirse en duelo ante los austriacos Oliver Marach y Alexander Pella, quienes previamente habían conseguido dar cuenta de los neozelandeses Marcus Daniell y Michael Venus en primera ronda, y en segunda imponerse a los portugueses Joao Sousa y Gastao Elias. El duelo estaba servido en un partido de vital importancia, dado que el combinado que consiguiera el triunfo entraría por la puerta grande en la lucha por las medallas, accediendo a la siempre fraticida ronda de semifinales. 

El mejor Nadal y su socio perfecto pasan el rodillo

Tras un partido sencillo en el cuadro de individuales, Rafael Nadal entraba en acción en el último turno de juego formando pareja junto a Marc López para disputar los cuartos de final en el cuadro de dobles masculino. Al otro lado de la pista Marach y Pella, quienes empezaban el choque con un ritmo de competición más alto de los españoles, y con 1-1 en el electrónico disponían de su primera bola de rotura, la cual solventaban sin mayores problemas Nadal y López para colocar el 2-1 a su favor, y como bien dice el dicho, quien perdona lo termina pagando.

Eso mismo les ocurrió a los tenistas austriacos, que no fueron capaces de aprovechar su bola de break y vieron como tan solo un juego después Rafael y Marc sí lo hacían yendo rápidamente hasta el 3-1 que se convertía a continuación en el 4-1 con la consolidación del quiebre. De ahí en adelante ambas parejas conseguían sacar adelante sus servicios sin mayores problemas, para que al saque la pareja española no tuviera problemas para certificar su dominio en el primer parcial por 6-3, después de tan solo 38 minutos de partido en los que tan solo había habido dos tenistas jugando a un nivel óptimo sobre la pista: Rafael Nadal y Marc López. Pero esto solo acababa de empezar.

Rafael Nadal y Marc López buscando una bola en el centro de la pista | Foto: Zimbio

Show a cargo de Nadal y López para despachar su compromiso de cuartos en una hora de partido

El primer paso estaba dado, con un parcial ya en el bolsillo tanto Nadal como López podían afrontar el segundo set con cierta tranquilidad, pero ese término en el diccionario de la pareja española no está implícito, lo que hacía que a las primeras de cambio Marach y Pella tuvieran que sucumbir con su servicio para ver como sus contrincantes colocaban el 1-0 a su favor, consolidando el break un juego después para irse hasta el 2-0. Unos minutos de calma tensa daban pasado a un nuevo quiebre en el 3-1 para la pareja española, que con certeza se iban hasta el 4-1, que fácilmente pasaba a ser 5-1, quedándose a tan solo un juego de llevarse el partido.

La responsabilidad caía en la pareja española, en su servicio estaba el choque, y con suma templanza cerraban el segundo parcial por 6-1, y por ende certificaban su acceso a las semifinales de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro por 6-3 y 6-1 después de una hora y quince minutos, y ahora se tendrán que batir en duelo con los canadienses Daniel Nestor y Vasek Pospisil. Lo único fijo es que tras su penúltimo compromiso en el torneo, Rafael Nadal y Marc López tendrán un partido más por delante, el que les haga pelear por el oro o la plata por un lado, o el que les haga batallar por el bronce o quedar en la cuarta posición. Las dudas se resolverán este próximo miércoles.