Generan ilusión, suscitan notables esperanzas en aficionados y medios de comunicación y se erigen en líderes espirituales del tenis de su país. Belinda Bencic y Elena Svitolina son dos de las puntas de lanza más importantes del relevo generacional que ya se palpa en el circuito femenino. Su talento es inconmensurable pero aún acusan una flagrante falta de regularidad en su tenis. En el US Open aspiran a alcanzar un gran resultado que materialice todo su trabajo en las últimas fechas.

Svitolina supo sufrir

Se le complicó más de lo previsto el partido a la jugadora que hace apenas dos semanas saltaba a la palestra al ganar a Serena Williams. La ucraniana lleva ya dos años codeándose con la élite y logrando escaramuzas que le han situado en el disparadero, pero aún no ha logrado brillar con continuidad en los torneos más importantes.

Tras superar unas sensaciones francamente mejorables a una batalladora como Lauren Davis e imponerse por 6-1 4-6 6-3, las esperanzas de la ucraniana son notables. Su siguiente rival será Petra Kvitova, en lo que supondrá un duelo de alto voltaje entre dos tenistas con un nivel suficiente como para estar en las rondas finales.

Bencic materializa el paso del tiempo

La helvética dio una lección de tenis y actitud ante una Andrea Petkovic venida a menos. La teutona atraviesa ya el segundo año de sequía total de buenos resultados y sensaciones, y actualmente parece estar un peldaño por debajo de los nuevos valores.

Belinda Bencic busca reencontrarse con su mejor versión tras atravesar unos meses muy difíciles por culpa de las lesiones. Jugó a las mil maravillas ante la alemana, magnificando todas sus ventajas y aprovechando las oportunidades de las que dispuso. 6-3 6-2 fue el resultado final del encuentro que lleva a la joven suiza a tercera ronda, donde se verá las caras con la ganadora del duelo entre Konta y Pironkova.