Sin duda alguna la llegada de Conchita Martínez al banquillo de Fed Cup ha conseguido sacar el tenis femenino español de la espiral negativa en la que se encontraba. Pese a que los primeros resultados no fueron todo lo positivo que pudiéramos imaginar, (tras las victorias ante Ucrania y Japón se tuvo que pelear por no bajar a tercera) se consiguió superar y se logró subir al Grupo Mundial después de luchar por no descender a tercera, con tres 4-0 de manera consecutiva.

En 2015 y tras la destitución de Gala León y la dimisión de José Luis Escañuela (presidente de la RFET) se eligió a Conchita como capitana de Copa Davis. El reto era mayúsculo e incluso se criticó que no sería capaz de llevar a los dos equipos con la misma dedicación. Su andadura comenzó con una derrota muy extraña ante Rusia en la lucha por el ascenso al Grupo Mundial. España se situó el viernes con un 2-0 que parecía dejaba la eliminatoria definida, pero se acabó perdiendo por 3-2, y en septiembre tocaría luchar por no descender a tercera frente a Dinamarca, la serie de Odense se saldría por un 5-0 para España, resultado que permitió al equipo mantenerse en segunda. Al año siguiente en julio se ganó en Rumanía por un claro 4-1, perdiendo solo el dobles ante una la pareja subcampeona olímpica Tecau-Mergea. Tras este gran resultado, la siguiente parada resultó ser la India, en la lucha por el retorno al Grupo Mundial. La serie fue contundente para España y se saldó con un 5-0, sin grandes dificultades.

Pero, ¿Que ocurrió para que un equipo tres veces campeón en este siglo luche por no descender a tercera?

En primer lugar, una cuanto menos criticable federación que no ha sabido entender a unos jugadores que han conseguido tres Copas Davis en un circuito ATP muy difícil de llevar con las participaciones en esta competición. La elección de Gala León quizá si hubiera sido de otro modo no hubiera provocado tanto revuelo, pues lo mínimo hubiera sido consultar con los jugadores acerca del capitán/a que más les convenciera. 

El éxito de Conchita en parte se basa en la buena relación que se aprecia con los jugadores y jugadoras. Es una persona muy cercana, que acompaña siempre a los equipos en los torneos más importantes, esto ha provocado que jugadoras como Carla Suárez o Garbiñe Muguruza acudan con regularidad al equipo. En el tenis masculino ha conseguido la vuelta de Rafael Nadal, David Ferrer, Feliciano López o Fernando Verdasco, jugadores que no acudieron a jugar con Gala León y que habían afirmado que no volverían a la Davis.

El método es este. Crear buenas relaciones con los jugadores, demostrarles su importancia, la confianza depositada en ellos y devolverles el hambre para cosechar nuevos éxitos en esta competición.

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