No se puede perder en unas semanas lo que se ha estado peleando durante más de diez meses. Esa es la máxima con la que afronta este tramo final de temporada, el español Íñigo Cervantes. El año 2016 se presentaba tan apasionante como duro para el de Hondarribia, y ambos ingredientes han estado presentes en su periplo. El hombre que entrara hace casi un año en el top-100, no ha salido de él merced a su regularidad y buen hacer.

En la pista rápida de Amberes, Cervantes aspiraba a pasar una ronda que le diera los puntos y la confianza necesaria para mantener su puesto 80 en el ránking ATP, y continuar en la élite del circuito. Lo consiguió ante un jugador procedente de la previa, como es Michael Berrer, por lo que ha de afrontar el siguiente asalto con la satisfacción del deber cumplido. Sin embargo, no fue fácil lograrlo.

Cervantes tuvo más continuidad

Un veterano como el jugador alemán, de 36 años de edad, nunca es fácil de vencer en estos partidos, y más teniendo en cuenta que llegaba con confianza tras pasar la fase previa. El juego agresivo de Berrer adquiere una peligrosidad extra en pistas rápidas como la de Amberes, pero Cervantes no se arredró y se fue a por el partido desde el inicio.

El español ganó a pesar de su bajo porcentaje de primeros servicios (39%)

Comenzó impecable el donostiarra, apoyándose muy bien en su servicio y metiéndose en pista para dominar con sus característicos golpes profundos y planos. No es Íñigo el prototipo de jugador español, siendo de la cuerda de Roberto Bautista, lo que le dota de una gran versatilidad. El encuentro parecía que sería sencillo pero un despiste en el inicio del segundo set y el acierto al saque de Berrer, condenaron a Cervantes a jugar un definitivo tercer parcial.

En él, Íñigo volvió a ser el jugador dominante del primer set, y supo buscar las cosquillas a Berrer para que los errores se sucedieran por parte del alemán. Victoria muy importante para un Cervantes que habrá de medirse con Richard Gasquet por un puesto en los cuartos de final. El galo llega con necesidad de puntos para cumplir con sus aspiraciones de clasificación a las ATP Finals, pero no lo tendrá fácil si el español es capaz de sacar su mejor versión.