Si no puedes frenar a un camión, trata de entorpecer su avance dice un bello refrán. Con esta máxima afrontó Kei Nishikori un partido en el que se vio atacado por todos los flancos. Wawrinka asumió el papel ofensivo en todos los tramos del encuentro y lo hizo con más acierto del esperado. Estuvo muy vivo de piernas y ágil de mano, como lleva demostrando a lo largo de esta semana en Brisbane. Nada es imposible para el jugador japonés, que en el día de hoy venció al segundo cabeza de serie del torneo, al suizo Stan Wawrinka por 7-6 (3) y 6-3, en un encuentro que se alargó a la hora y 27 minutos de juego.

Al tenista nipón se le notó el tiempo de inactividad durante los primeros compases del encuentro. Wawrinka, por contra, inició con desparpajo el choque y coqueteó con el break en los primeros juegos del set. Poco a poco Nishikori fue encontrando el ritmo que necesitaba y fue cogiendo mejores sensaciones conforme avanzaba el partido.  Tanto es así que en los momentos cumbres del primer set, apareció ese desparpajo del jugador japonés para llevarse la muerte súbita por un tanteo de 7-3 y adjudicarse el primer set sufriendo, pero jugando a un gran nivel tenístico.

Nishikori va muy en serio en Brisbane

Tras hacerse con el primer set, la confianza de Nishikori continuó subiendo. Todo lo contrario le ocurrió a su rival, cuyo rendimiento cayó en picado. Nishikori siguió con la inercia con la que había terminado la primera manga y comenzó como un huracán a merced de un Wawrinka que no estaba en sus mejores condiciones de juego.

Kei Nishikori acabó con un 73% de primeros servicios, un 39% de puntos ganados al resto, pese a los nueve saques directos de Wawrinka que estuvo muy dubitativo con su servicio especialmente en la segunda manga. Además el tenista nacido en Shimane sumó un total de 75 puntos, por los 63 de su contrario, para abrirse paso hacia la gran final de Brisbane.

En la gran final, el tenista japonés se medirá al búlgaro Grigor Dimitrov, que en el día de hoy venció de manera sorprendente al cabeza de serie número uno del torneo y vigente campeón del torneo, el canadiense Milos Raonic por 7-6 y 6-2.