Todo el mundo del tenis conoce muy de cerca a Grigor Dimitrov. Los vaivenes emocionales son sus principales señas de identidad, especialmente en estos últimos años, donde se ha visto a un tenista búlgaro algo errático cuando todos esperaban algo más de él. Llamado a ser el "nuevo Federer", el número 14 del mundo, consiguió vencer en dos sets al canadiense Milos Raonic por 7-6 y 6-2 en un encuentro muy disputado, especialmente en el primer parcial, donde ambos tenistas mostraron un gran tenis y se tuvo que decidir por pequeños detalles.

El partido comenzó muy igualado, con ambos tenistas manteniendo con extrema firmeza sus respectivos saques, y sin apenas inquietar el servicio de su rival. El partido se convirtió en un duelo de saques por parte de ambos, sin apenas peloteos. De esta manera, el set sólo podía resolverse en un tiebreak, en el que al igual que el resto del set, fue muy parejo. Tras desaprovechar un set point Raonic, Dimitrov tiró de talento y se llevó la muerte súbita por un parcial de 9-7.

Tras perder el primer set de una forma tan ajustada, Milos Raonic acusó el golpe y su tenis sufrió un claro bajón en la reanudación, todo lo contrario a lo que ocurrió ayer ante Rafael Nadal. Ese bajón fue aprovechado por Grigor Dimitrov, cuya confianza fue cada vez en aumento, para abrir hueco con dos breaks que le pusieron con ventaja más que suficiente de 5-1 en el segundo parcial.

Al verse ya perdido, el canadiense tuvo un último intento de reacción al disponer de un 15-40 en el juego en el que su rival sacaba para ganar pero su confianza ya se encontraba por los suelos desde el final del primer set y Dimitrov remontó la situación para cerrar el choque por un definitivo 6-2 en la segunda manga y sellar su clasificación a una nueva final, tras muchos meses en el dique seco.

Su rival en la gran final será el japonés Kei Nishikori, que en el día de hoy consiguió vencer por 7-6 (3) y 6-3 al suizo Stan Wawrinka, en un encuentro muy disputado y donde se vio a un tenista nipón muy consciente de sus ideas y dejando claro que este 2017 puede ser su gran año, ¿por qué no?