El estadounidense John Isner coqueteó con la derrota pero finalmente estará en los cuartos de final del U. S. Men's Clay Court Championship, más conocido como el ATP 250 de Houston, el único torneo estadounidense del circuito ATP que se disputa en superficie de polvo de ladrillo. El actual número 23 del mundo tuvo que remontar en un duelo exento de calidad y de ritmo al argentino Leonardo Mayer al que finalmente venció por dos sets a uno. El encuentro evidenció una clara falta de ritmo por parte de los dos jugadores, cuyo estado físico, en estos momentos, está muy lejos de lo que exige un torneo de  estas dimensiones.

El partido se encontró desde el primer momento como lo quería Isner: frío, desangelado y sin ningún ritmo. Apenas había peloteos desde el fondo, todo se basaba en el servicio. Los juegos apenas duraban un minuto, dos como mucho. En las pocas ocasiones en las que se lograban pasar varias pelotas, la escasa movilidad del segundo cabeza de serie del cuadro quedaba patente.

Ante tales perspectivas, el desenlace de este primer set no podía ser otro que la muerte súbita. A pesar de que esto teóricamente favorecía al cañonero estadounidense, en los últimos tiempos Isner ya no es tan fiable en los juegos decisivos como lo era antes. Y es que, de nada sirve sacar bien si tu actividad al resto es prácticamente nula. Sin desplegar tampoco un tenis estratosférico pero, por lo menos, con más consistencia, Mayer aprovechó la debilidad física de su rival para llevarse el tie-break por 7-5 tras casi tres cuartos de hora de juego. 

Isner tira de pegada y remonta el choque

Los problemas físicos de Isner iban en aumento y el de Greensboro optó por pedir la asistencia médica tras el primer descanso del segundo set. No quedaban claras las molestias que supuestamente padecía el estadounidense pero, lo cierto, es que no hubo ningún cambio en el desarrollo del encuentro. En el segundo parcial el guión fue idéntico al de la primera manga sólo que el final fue diferente. En esta ocasión fue Isner el que se llevó el desempate por 7-3 tras mostrar sus primeros signos de movilidad al resto, consiguiendo dos buenos puntos con su derecha y su revés que fueron decisivos para llevarse el set y mandar el partido al tercero y definitivo.

Al margen de que su estado físico dejaba todavía mucho que desear, la consecución del segundo set dio mucho ánimo a Isner, que dio continuidad a la inercia con la que había finalizado el desempate del segundo set y comenzó a crear situaciones al resto por primera vez en todo el partido. La sensación que desprendía Mayer es que había dejado escapar su oportunidad y en el sexto juego del tercer set el argentino cedió su servicio por vez primera en el partido. Esto fue la sentencia para el argentino, que, a diferencia de su rival, siguió sin tener opciones al resto. Con la tranquilidad que le daba el hecho de tener el servicio para amarrar el partido, Isner cerró el encuentro de la mejor manera posible: en blanco y con su vigésimo saque directo. 

No es más que un encuentro de primera ronda de un ATP 250, pero el estadounidense alzó los brazos de manera ostensible tras lograr el triunfo, lo que reflejaba el sufrimiento que había pasado durante el partido. En los cuartos de final y si su físico no se lo impide, Isner se medirá al vencedor del choque entre su compatriota Ernesto Escobedo y el brasileño Thiago Monteiro

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Sobre el autor
Manuel García
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.