El partido estrella de la jornada femenina había llegado. Frente a frente ni más ni menos que la rusa María Sharapova, una leyenda del tenis que regresaba a las pistas tras sus semifinales en Stuttgart con ganas de dejar un buen sabor de boca en el Mutua Madrid Open, torneo que le había invitado gustosamente, y al otro lado de la red la canadiense Eugenie Bouchard, quien aprovechaba la lesión de Venus Williams para entrar en el cuadro final del torneo español sin tener que verse obligada a pasar previamente por la dura fase previa. Después de dejar en la cuneta en la primera ronda a la francesa Alize Cornet por 6-4, 4-6 y 6-1, Bouchard llegaba hasta la segunda ronda donde se tenía que ver las caras con Sharapova, quien previamente se había deshecho de la croata Mirjana Lucic-Baroni por 4-6, 6-4 y 6-0. Dos duras batallas que daban paso a un encuentro de alto voltaje, más aún por las duras declaraciones de la canadiense sobre la invitación de los torneos a la rusa después de solventar su sanción por usar una sustancia prohibida hace ya más de un año.

Bouchard sufre, pero se lleva el primer asalto

En un duelo de poder a poder entre dos tenistas muy por debajo en el ránking de lo que sus cualidades tenísticas podrían demostrar sobre una pista de tenis, ambas contendientes al triunfo serían capaces de solventar sus primeros servicios sin problema, todo ello teniendo en cuenta que Bouchard se veía obligada a contrarrestar una bola de rotura en el segundo juego. La más fuerte en los intercambios desde el fondo de pista era Sharapova, que con 2-2 en el marcador no permitía que su contrincante aprovechara las dos bolas de rotura que se le presentaban, y como bien dice el dicho, quien perdona lo termina pagando. Así le ocurriría a Eugenie, que no sería capaz de quebrar el servicio de su adversaria para que la rusa dispusiera de un 15-40 para romperle el saque y llegar hasta el 2-4. Pero ni mucho menos daría su brazo a torcer tan fácilmente Bouchard, que lograba el contrabreak para seguir viva en el parcial y poner el 3-4 en el luminoso y a continuación llegar hasta el 4-4 con todo abierto.

Bouchard aprieta el puño para celebrar la victoria conseguida | Foto: Mutua Madrid Open

La batalla era trepidante, el nivel de ambas tenistas era muy alto y Bouchard, que venía con una buena inercia durante los últimos juegos, quebraba una vez más el servicio de su rival para llegar hasta el 5-4 y tener su saque para cerrar el primer set. Los nervios, enemigo habitual de los tenistas a la hora de cerrar los parciales aparecerían en el juego de Eugenie, que entregaba el quiebre para que Sharapova recuperara terreno con el 5-5. A partir de ahí, un juego eterno, con ni más ni menos que cuatro bolas de quiebre a favor de Bouchard terminarían permitiendo a la canadiense llegar al 6-5 para disponer de su servicio por segunda vez para intentar cerrar el set. Los nervios en este caso no aparecerían y tras salvar una bola de break, Eugenie cerraba el primer asalto por 7-5 después de una hora y once minutos.

Sharapova no se rinde tan fácilmente llevándose la segunda para que todo se defina en el tercer asalto

La palabra rendirse nunca ha estado en el diccionario de Sharapova, y en esta ocasión la rusa saldría mentalizada al segundo parcial. Cinco juegos de tranquilidad, donde tanto María como Eugenie solventaban sus servicios hasta llegar al 2-3, momento en que Bouchard bajaría considerablemente su intensidad para que Sharapova empezara a jugar mucho más cómoda, lo que le permitía a la rusa romper el saque de su rival para llegar hasta el 2-4 con el que a continuación poner el 2-5 en el luminoso con la consolidación del quiebre. Con la mente totalmente puesta en mejorar su juego en la tercera manga, en su segunda bola de set al resto Sharapova cerraría el segundo parcial por 2-6, poniendo toda la carne en el asador para tener así el partido con una manga por cada tenista, teniendo que decidirse el duro partido en el tercer asalto.

Sharapova celebra con rabia el punto que le da la segunda manga | Foto: Mutua Madrid Open

Bouchard da un puñetazo encima de la mesa

Después de dos parciales muy diferentes, teniendo que sufrir en el primero Bouchard para llevárselo y solventar por la vía rápida Sharapova el segundo, la tercera manga sería una auténtica batalla llena de juegos largos, puntos que no tenían fin y, sobre todo, un bello espectáculo para el público que llenaba la Pista Manolo Santana. Las bolas de rotura iban de un lado a otro, en cada saque tanto Eugenie como María tenían que estar muy atentas para contrarrestar los golpes de su rival, hasta que con 3-3 en el marcador sería Bouchard quien daría un paso de gigante para llevarse la victoria al quebrar el saque de su contrincante colocando el 4-3 a su favor, pero la alegría no le duraría más que un juego a la canadiense, que veía como Sharapova no se rendía recuperando el break sufrido anteriormente para poner el 4-4.

El final del encuentro se acercaba siendo capaz la canadiense de romper una vez más el servicio de la rusa para tener un 5-4 que le permitía poder cerrar el encuentro con su saque. A diferencia de lo que ya le ocurriera en el primer parcial, Eugenie Bouchard estaría muy serena durante todo el último juego, teniendo que solventar hasta dos bolas de rotura para que en su segunda bola de partido fuera capaz de cerrar el tercer asalto por 6-4, y por ende, llevarse un duro partido después de ni más ni menos que dos horas y cincuenta y tres minutos de partido por 7-5, 2-6 y 6-4. La canadiense avanza a tercera ronda donde se verá con la cabeza de serie número uno, Angelique Kerber, mientras que la rusa ya piensa en su próxima parada, el WTA de Roma, torneo en el que necesitará llegar a semifinales para ganarse un puesto en la fase previa de Wimbledon.

Bouchard, eufórica para celebrar una importante victoria | Foto: Zimbio