El circuito ATP no se detiene, y buena prueba de ello es la celebración de un nuevo Masters 1000, el último sobre tierra batida, y que sirve como antesala para el segundo Grand Slam del año, Roland Garros. La capital italiana, Roma, se vestía de gala para acoger la 74ª edición del Internazionali BNL d'Italia, que reunirá a las mejores raquetas del panorama internacional.

Tras esa atípica jornada de domingo, eclipsada por la final del Masters 1000 de Madrid, que supuso el pistoletazo de salida a la competición, el lunes provocaba, ahora sí, que todo el protagonismo y toda la atención recayese sobre el Foro Itálico, que abriría sus puertas con un duelo entre veteranos.

Nicolás Almagro y Andreas Seppi. Choque de "clásicos" entre dos jugadores que, en su día, fueron verdaderos "pesos pesados" en el mundo del tenis, pero que ahora ven como otros jugadores, más jóvenes y renovados, acaparan los focos. Almagro, Top Ten seis años atrás, ocupa actualmente la 73ª plaza del ranking, y viene de caer en segunda ronda del Mutua Madrid Open, perdiendo muy dignamente ante el número dos del mundo, Novak Djokovic, a quien le arrebató un set. Seppi, por su parte, se encuentra tan solo tres puestos por detrás; El que fuese Top-20 en 2013 no pudo superar la fase previa en tierras españolas y, a sus 33 años, quema sus últimos cartuchos como profesional.

Dos tenistas que se conocían, y que no coincidían en la pista desde hacía cuatro años, cuando el murciano apeó al italiano en la tercera ronda de Roland Garros, por 7-6 6-0 y 6-4. No obstante, fue Seppi el que primero celebró, cuando ganó a Almagro en la primera ronda de Wimbledon 2010, por 7-6 7-6 y 6-2.

Un poco efectivo Almagro gana el primer set

El partido comenzó con un enchufado Nicolás Almagro, muy incisivo y agresivo, jugando bolas profundas y con su característico revés a una mano siendo efectivo. Los primeros juegos estuvieron caracterizados por largos peloteos, atacando ambos jugadores con la derecha y con escasos errores. El gran servicio mostrado por Andreas Seppi en el primer juego pareció desaparecer en el segundo, cuando cedió su saque por primera vez en el día de hoy, ante un Almagro que empezó 0-40 y exhibiendo un nivel superlativo. Sin embargo, el murciano bajó el listón y, mostrando su versión más errática, permitió a Seppi efectuar un contrabreak que supuso el 2-2.

La igualdad, tanto en el marcador como en el juego desplegado por ambos jugadores, era manifiesta, y los dos tenistas tenían que sudar y sufrir para derribar las barreras del contrario. El juego de Almagro, hasta ahora, era valiente y, en cierto modo, temerario; una temeridad que pudo pagar cara cuando, con 3-4, una sucesión de errores con sus golpes profundos le hicieron verse con un punto de break en contra, que fue capaz de salvar gracias a su buen saque.

Tras ese pequeño contratiempo, pudimos volver a ver la cara más ofensiva del tenista murciano que, atacando al revés de Seppi, dispuso de hasta once puntos de quiebre entre el noveno y el undécimo juego. No obstante, el juego calmado y paciente del italiano pudo con la obstinación de un Almagro altamente improductivo, incapaz de encontrar ese punto que confirmase su superioridad.

El primer set, igualado de principio a fin, y que se extendió más allá de la hora de duración, finalizaría en el tie-break, que pondría a prueba la eficiencia de ambos contendientes. Tras empezar con dos roturas en contra, y un marcador adverso de 2-5, Nicolás Almagro tiró de oficio para acabar imponiéndose por 8-6, ante la pitada de la central romana, que se mostró adversa a la ruidosa celebración del jugador español que ya lideraba el encuentro.

Seppi no aguanta el tipo en el segundo

El segundo asalto se puso en marcha de forma similar al primero; nadie cedía terreno y los largos intercambios estaban a la orden del día. En un principio, parecía que Almagro estaba un poco por encima, dada su necesaria participación en la ronda clasificatoria, que le había hecho jugar dos partidos previos a este duelo de primera ronda.

Esa preparación previa, y sus dos largos encuentros disputados en Madrid, propiciaron que Nico llegase a este cruce con ritmo de competición, y en un buen estado de forma. Su primer arañazo al partido se produjo en el cuarto juego, cuando quebró, en blanco, para poner el 3-1 ante un Andreas Seppi que mostraba síntomas de claro cansancio.

Seppi, que accedió a este cuadro principal gracias a una invitación, no parecía encontrarse cómodo sobre la arcilla de su país natal, y cedió nuevamente su saque ante un Almagro que buscaba siempre el peloteo, desgastando físicamente a su rival. Pese a todo, Seppi no se rindió tan fácilmente, impidiendo al murciano certificar esa rotura y recortando distancias al 5-2. Pese a ese break desaprovechado, la ventaja seguía estando del lado del murciano que, sirviendo para ganar este duro encuentro, no falló, llevando al límite al italiano  gracias a sus poderosas derechas abiertas. Después de prácticamente dos horas de partido, Almagro se metía en segunda ronda.

Rafael Nadal aguarda en segunda ronda

Final: 7-6 (6) y 6-3. Nicolás Almagro cumple con las expectativas y se mete, por tercera vez consecutiva, en la segunda ronda de un Masters 1000. Allí, y buscando un hueco en los octavos de final, bailará con la más fea, dado que su oponente será el mallorquín Rafael Nadal, que viene de encadenar el triplete Montecarlo - Barcelona - Madrid y que llega al Foro Itálico en busca de su octavo título.

Trece derrotas por una victoria es el bagaje del murciano ante Nadal, con el que nunca ha coincidido en este Masters de Roma. Once años han pasado desde su primer duelo, en el Conde de Godó, que Rafa se llevó por 7-6 y 6-3. Bonito duelo entre dos tenistas proclives a la tierra batida, que no dejará indiferente a nadie.