Se presentó en París como la número 47 del mundo y sale con su primer Grand Slam en el bolsillo. Se llama Jelena Ostapenko (Letonia), cumplió los 20 años hace apenas dos días y hoy acaba de conquistar el torneo femenino de Roland Garros. Y lo ha hecho a lo grande, remontando un marcador adverso de 6-4 y 3-0 para acabar alzando los brazos ante la teórica favorita, la rumana Simona Halep, que salvo en contadas ocasiones, no pudo con el vendaval de golpes de su rival. 

Ostapenko dictó el partido en todo momento: 54 golpes ganadores y mismo número de errores no forzados, lo que contrasta con los ocho winners y diez errores de HalepFiel a su estilo en todo momento, Ostapenko buscó el golpe ganador prácticamente a la primera tratando de no dar ningún ritmo a una Halep que hacía lo que podía para contener los temibles cañonazos de su joven rival. Ambas jugadoras sufrían con el segundo servicio y las alternativas en el marcador se sucedieron constantemente. Poco a poco y a base de resistir desde el fondo, Halep fue desactivando a su rival y con su tercera rotura de saque del partido se hizo con la primera manga por 6-4 tras 36 minutos. 

La valentía de Ostapenko destroza a Halep

La pérdida de un set en el que fue hasta dos veces por arriba en el marcador (1-0 y 3-2) supuso un duro golpe para Ostapenko. Sus golpes ya no tenían la misma efectividad que al comienzo del encuentro y Halep no lo desaprovechó para ponerse con 3-0 en el inicio del segundo set. La tenista de Constanza se encontraba en una posición inmejorable para levantar su primer Grand Slam pero la ansiedad por ganar fue pudiendo con ella poco a poco. Ostapenko cogió aire al salvar tres bolas de 'break' que hubieran supuesto el 4-0 y prácticamente la sentencia a la final. Pero la letona demostró que tiene carácter para aburrir y a partir de ese momento invirtió al tendencia y con su pegada fue destrozando la moral de su rival. Con un parcial de seis juegos a uno, Ostapenko devolvió el 6-4 a Halep enardeciendo a una Philippe-Chatrier encantada con el desparpajo de esta joven tenista. 

Halep acabó sin servicio: 55% de puntos con primero y un 30% con el segundoHalep trató de que la ansiedad por lograr el triunfo no la pasara factura y comenzó nuevamente mandando en la manga decisiva por 3-1 pero desde mediados del segundo set su servicio no era capaz de contener los restos casi ganadores de su rival, ni con primer ni con segundo servicio. La rumana no volvería a ganar un juego en la final. Ostapenko recuperó en blanco la desventaja y asestó el golpe definitivo en el séptimo juego. Muchas veces se dice que la suerte hay que buscarla. Eso pareció suceder en ese momento cuando un revés paralelo de la letona que se iba claramente fuera tocó la cinta y acabó dentro (4-3). Halep recibió ese mazazo como una crónica de una muerte anunciada y ya no se recuperó. Ostapenko, como si de una veterana se tratara, gestionó perfectamente la situación y acabó el encuentro con otro misil con su revés paralelo,  como lo que ya es, como una campeona. 

"No puedo creerlo, era mi sueño y estoy extremadamente feliz. Me encanta jugar aquí. Seguí luchando y afortunadamente encontré la manera de cambiar el partido", declaró Ostapenko antes de recibir la copa de campeona de manos de la ex tenista francesa Françoise Durr, campeona en 1967 en este mismo escenario. Y es que además se trata del primer título en la carrera profesional de la pupila de Anabel Medina que a partir del lunes figurará entre los quince mejores tenistas del mundo. 

Mientras, la cruz es Simona Halep. La gran derrotada de la final tendrá que demostrar que es capaz de sobreponerse a este duro golpe puesto que además de perder su segunda final de Grand Slam, Halep también ha perdido su primera oportunidad de alcanzar la cima del ránking mundial, que seguirá en posesión de la alemana Angelique Kerber. Habrá que comprobar si esta derrota dejará huella en la cabeza de la rumana y si, por el contrario, servirá de estímulo para acabar conquistando de una vez por todas su primer 'Grande'.