El sol lucía sobre Londres como pocas veces ocurre a lo largo del año en la capital inglesa. Los británicos, tan enamorados del astro rey, sonreían mientras se preparaban para disfrutar de una nueva jornada del tercer Grand Slam de la temporada en las pistas del All England Lawn Tennis and Croquet Club. Sin embargo, tras varias horas de acción sobre el verde londinense, los aficionados que se dieron cita en la pista número tres vivieron una tormenta que arrasó todo a su paso.

La ucraniana sólo necesitó 22 minutos para llevarse la primera manga

Este fenómeno meteorológico, o más bien tenístico, llegó a Wimbledon procedente de Odessa, pero no dejó daños a su paso. Y es que Elina Svitolina disputó durante 22 minutos uno de los mejores sets que se han visto hasta el momento en la presente edición del torneo. La jugadora ucraniana, que se está especializando en solventar sus partidos por la vía rápida, es una tenista que no acapara los focos de otras tenistas como las hermanas Williams, Kerber o Halep, pero ella se limita a ejecutar a la perfección lo que mejor sabe hacer: jugar al tenis.

Precisamente el tenis fue el gran protagonista de esta primera manga. Svitolina comenzó como un vendaval y dio una muestra excelente del abanico de recursos que posee y que le han llevado a situarse entre las cinco mejores jugadoras del planeta.  Con un servicio efectivo y unos golpes desde el fondo de la pista demoledores y que movian a su rival de un lado al otro, la ucraniana se situó rápidamente con un 4-0 a su favor que vislumbraban tanto un parcial como un partido resuelto con suma celeridad.

Al otro lado de la red, Carina Witthoeft asistía impotente a la exhibición de su rival, que sólo aflojó ligeramente el pistón cuando se vio con una ventaja de cuatro juegos. La tenista germana aprovechó esta situación para colocar el uno en su casillero, pero Svitolina volvió a subir el nivel y logró dos nuevos juegos que certificaron la victoria en el primer set por 6-1.

Las sensaciones dejadas por ambas jugadoras en la primera manga no daban muchas esperanzas a los aficionados de ver un encuentro largo. Pero Witthoeft no quería pasar de puntillas por el partido y se mantuvo en el mismo gracias a una mayor efectividad en el saque y a una mayor agresividad en su juego, buscando en más ocasiones subir a la red y obligando a la ucraniana a esforzarse en ganar los puntos.

Svitolina conectó hasta 27 golpes ganadores

Esta inesperada igualdad pareció finalizar inmediatamente después de estos primeros cuatro juegos, pues tras sumar un juego más con su servicio, logró una rotura que situó el 4-2 en el marcador y el saque para dejar prácticamente sentenciado el encuentro. Sin embargo, Carina Witthoeft sacó a relucir la característica fortaleza mental de los alemanes y no sólo se aferró al partido, sino que logró voltear el marcador y colocarse 4-5 arriba en el electrónico.

El tercer set se vislumbraba en el horizonte, pero entonces confluyeron dos ideas cuya mezcla trajeron muy malas noticias para la teutona. Por un lado, el nivel tenístico de Elina Svitolina, uno o dos escalones por encima de su rival, y por otro, la siempre difícil de tarea de templar los nervios y cerrar una manga o un partido, lo que terminó desembocando en tres juegos seguidos para la ucraniana, que de esta manera se imponía en el segundo parcial por 7-5 y conseguía el pase a la cuarta ronda de Wimbledon 2017, donde se enfrentará a la letona Jelena Ostapenko.