Luego de cumplir con una buena actuación en Wimbledon, donde consiguió arribar a  tercera ronda y quedó a un paso de dar el batacazo y eliminar a Andy Murray, Fabio Fognini se trasladó a Croacia para disputar el ATP 250 de Umag, con la mentalidad puesta en la defensa del título. Sin la necesidad de competir en la primera ronda y jugando como tercer preclasificado,  accedió a la segunda fase del certamen para enfrentarse con el argentino Nicolás Kicker. Después de una hora y cincuenta minutos de tenis, logró imponerse con parciales de 6-4, 1-6 y 6-2.

El italiano comenzó encendido, compenetrado y con mucha inteligencia aprovechó las incertidumbres del nacido en Merlo que inició un poco despistado, permitiendo que  su rival le rompa el servicio a la primera de cambio. Con la tranquilidad que propicia disponer de una importante ventaja en el comienzo del partido,  Fognini se liberó, jugó distendido, suelto y alcanzó un buen nivel de tenis. Sin embargo, los errores no forzados y los períodos de desconcentración volvieron a aparecer dejando en puerta posibles cambios en el resultado. Por su parte, Kicker luchó con mucho coraje, y por momentos, pudo  equilibrar el partido y combatir el mismo en iguales condiciones. No obstante, no pudo capitalizar ninguna de las dos chances de quiebre que se le presentaron a su favor, lo que hizo que Fognini se adueñe del primer set por 6-4

El italiano, que disponía de todos los aspectos del juego a su favor, entró en una nebulosa, se bloqueó mentalmente y los nervios habituales en él volvieron a ponerlos en serios problemas. Sin dudas que la desganes y la poca actitud del italiano que le impiden por cierto convertirse en un jugador de élite, afectaron sustancialmente en el trascurso del partido, ubicando al argentino en una posición cómoda en el partido. El número 95 del ranking ATP creció en la cancha, comenzó a dañar con tiros profundos y en un abrir y cerrar de ojos, rompió dos veces el saque del italiano. Con un contundente 6-1 y en apenas 29 minutos de acción, asimiló el pleito y llevó la definición del mismo a un tercer parcial.

La experiencia y la jerarquía del vigente campeón del torneo croata, marcaron claras diferencias con respecto a la juventud de Kicker.  Con un mayor espíritu competitivo, Fognini se despertó, dejó el enojo que lo tenía a maltraer y volvió a encontrarse con los buenos disparos que  tiene en su haber y que lo han transformado en un jugador  compacto y duro de vencer. El argentino se quedó sin energía, falló más de la cuenta y no pudo estar a la altura para eliminar al nacido en San Remo. Con un porcentaje muy alto de segundos servicios, Fabio no dejó lugar para las sorpresas y le quitó, rápidamente, las ilusiones a su adversario. Con un claro 6-2 logró trepar en el torneo y ganarse un lugar en los cuartos de final donde deberá enfrentar al peligroso tenista ruso de diecinueve años, Andrey Rublev.