Un partido como este que se disputaba entre dos excelsos cañoneros solo podía comenzar de una manera, con golpes ganadores, riesgo y un ritmo verdaderamente  vertiginoso.

Así el joven británico Kyle Edmund trató de hacerse respetar desde el primer momento y es que el hecho de jugar ante el favorito número uno del torneo y siendo este local no le amilanó en absoluto como quedó demostrado en los compases iniciales donde tomó la iniciativa del choque, ganando sus primeros juegos al servicio sin apenas contratiempos y forzando a Sock hasta el 40-40 con su turno de saque.

Ante esta tesitura Sock tuvo que tirar de su mayor experiencia en partidos de alto voltaje, varió su patrón de juego inicial de saque/derecha buscando más la red ante la intensa presión que Edmund ejercía (hay que recordar que es un excelente doblista, no en vano fue campeón de Wimbledon de la modalidad de dobles en el año 2014) logrando así equilibrar el marcador que reflejaba el 2-2.

La luvia hizo acto de presencia y el partido se suspendió durante 15 minutos, sin embargo Sock no se descentró y poco a poco se hizo con el control del partido a través de restos agresivos y de derechazos meteóricos ante la mirada resignada de un Edmund que estaba cada vez más impreciso y cuya su muñeca comenzaba a temblar, llegando hasta el punto de ceder el saque en el séptimo juego (4-3 para el estadounidense).

Partido suspendido, Sock descentrado y set perdido

En este momento clave el partido volvió a suspenderse por diez minutos luego de registrarse un incidente médico con un espectador en la grada, llegando hasta tal punto  que ambos jugadores tuvieron que realizar ejercicios de calentamiento.

Sock no tuvo esta vez el aplomo necesario para hacer frente a la coyuntura y con cuatro errores no forzados propios de un junior cedió su servicio restableciendo la igualdad absoluta en el luminoso: 4-4.

Edmund vio la flaqueza en el juego de su oponente y no vaciló a la hora de aprovecharlo, sacó adelante su turno de saque sin problemas para después romper el servicio de un errático Jack Sock y adjudicarse así el primer parcial por 6-4

Segundo set con la misma historia

El guión continuó inamovible al comienzo del segundo parcial, Edmund imperial al servicio solo cedió un punto en sus dos primeros saques mientras que Sock cedió su saque en el segundo turno tras haber salvado una bola de break en el primero.

con 3-1 Edmund comenzó a gustarse a si mismo ganó su servicio nuevamente en blanco y lo hizo con tres aces y un punto de saque colocando el 4-1 en el marcador, resultado a priori sorprendente pero que era fiel reflejo de lo que estaba pasando, el británico estaba pasando por encima del principal favorito del torneo.

Sock daba unas evidentes muestras de dolor, sin ninguna fluidez en sus golpes y lento en sus desplazamientos en pista (cuando normalmente destaca por ser un jugador explosivo) se vio obligado a llamar al médico en uno de los descansos aquejado de un fuerte dolor en el hombro derecho.

El masaje del médico no hizo efecto ninguno ya que a pesar del loable esfuerzo del estadounidense que salvó hasta cuatro bolas de break el dolor seguía latente y el desenlace solo podía ser uno, Edmund rompió el saque de Sock y posteirormente con el suyo rubricó el definitivo 6-4 6-1 que llevo a la victoria y que le permite alcanzar por primera vez esta temporada las semifinales de un torneo, ronda en la que se las verá con el local y cuarto cabeza de serie Ryan Harrison.