En un atardecer deslumbrante y bajo un sol que lentamente se iba escondiendo con el correr de los minutos, Bjorn Fratangelo saltó a una de las pistas secundarias del ATP 250 de Los Cabos en el país mexicano donde debió enfrentarse con el número 163 del mundo, el japonés Tatsuma Ito, para llevar a cabo un partido que a priori tenía al estadounidense como el gran favorito para quedarse con el pasaje a la siguiente instancia.
Con el comienzo del Másters 1000 de Montreal a la vuelta de la esquina, el torneo mexicano tiene una importancia aún mayor ya que se compagina como una gran prueba para todos los tenistas al ser éste un certamen que se disputa sobre la superficie de cemento y al aire libre, permitiéndole a ellos ir encontrando regularidad e ir acostumbrándose y dominando los piques y los diferentes efectos que adopta la pelota en dicha carpeta luego de la extensa gira que atravesaron sobre polvo de ladrillo y la hierba, las cuales se emplearon en la última parte de la temporada.
En un escenario prácticamente vacío donde primaron las butacas desocupadas, el norteamericano y el nipón, disputaron un partido poco dinámico, sin demasiados atractivos y en el cual, el más regular y el menos impaciente terminó quedándose con la victoria. Luego de una hora y veinte minutos, Fratangelo fue algo superior y con un quiebre en cada uno de los parciales, doblegó el juego de su adversario y lo eliminó con un doble y contundente 6-4.
Durante el primer set, los errores fueron constantemente en aumento y los aciertos raramente aparecían para darle un poco de calidad al encuentro de primera ronda. Ambos quisieron tomar las riendas del mismo impartiendo justicia con su drive pero, a su vez, se encontraron con millones de dificultades que les imposibilitaron controlar y variar los ritmos de juego, conduciéndolos lisa y llanamente a fallar en un alto porcentaje de disparos. La derecha fue un déficit sustancial en los dos protagonistas pero quedó mayormente marcado y evidenciado en el japonés que no logró en ningún momento darle la dirección ni la altura correcta: la red y el callejón fueron sectores donde concurrieron la mayoría de sus bolas.
Con un quiebre en el quinto juego, game que quedó viciado por los grotescos errores no forzados que se cometieron y los escasos tiros ganadores, Fratangelo supo encontrar la forma de romper el servicio de su contrincante y sacar la ventaja requerida para adueñarse del primer parcial por 6-4. Con el pasar de los juegos, la seguridad y la regularidad del estadounidense comenzaron a tomar un caudal diferente, y la profundidad de sus impactos fueron haciéndose notar en la tierra mexicana.
En el segundo y último tramo del encuentro, las virtudes del norteamericano sobrepasaron los recursos y las habilidades de Ito aunque, sin embargo, las falencias a la hora de la definición de los puntos siguieron persistiendo en ambos, generando que el pleito no llegara nunca a acoger un ritmo y una calidad muy agradable a la vista. Fratangelo quebró en una oportunidad el saque del japonés y mantuvo la distancia hasta llevarse el set, y con ello el encuentro, nuevamente por 6-4. En la próxima ronda, el norteamericano se enfrentará con el francés Adrian Mannarino quien superó con autoridad a Jason Jung.