El estadounidense Jack Sock necesita recuperar el nivel exquisito y abrumador que consiguió en el inicio de la temporada y que lo condujeron a la consagración de dos títulos (Auckland y Delray Beach). Sin embargo, su tenis decantó y desde allí su rendimiento se ha echado a menos aunque por momentos suele reencontrarse con aquel jugador peligroso, potente y lastimoso. Con 24 años, el nacido en Lincoln se encuentra en el momento justo para codearse con los más grandes y por qué no, para pelear los tornes de mayor relevancia.

En el ATP 500 de Washington, el número diecinueve del planeta está cumpliendo con actuaciones correctas: con un tenis no muy vistoso pero sí conciso y contundente, se metió en los cuartos de final del certamen  estadounidense al despachar al rumano Marius Copil con parciales de 7-6 y 7-6, y al norteamericano Jared Donaldson tras un complicado primer set que se llevó por 7-6. Con la ventaja y la tranquilidad que le brindó la definición del parcial anterior, Sock jugó con más calma, eligió mejores decisiones y se llevó el encuentro por 6-2.

El primer parcial fue una lucha constante. Ninguno de los dos quería dar el brazo a torcer con el servicio y por ello, el pleito fue transcurriendo sin quiebres y con una igualdad despótica. La bomba que Sock tiene en su derecha se vio contrarrestada por buenas devoluciones profundas y con aperturas que lograban por momentos sacarlo de eje. La paridad y el equilibrio reinó en la cancha central del torneo de Washington y, como consecuencia, llegó el tie break para ponerle punto y final al suspenso. En el momento final, el mejor del país fue quien pisó fuerte y logró que el primer set quede de su lado. Fue 7-6 (6) luego de cincuenta y seis minutos de acción.

Con la definición de la muerte súbita consumada, Jack Sock encontró la tranquilidad  y la confianza necesaria para imponer un juego más punzante. La derecha funcionó a la perfección, buscó despistar a Donaldson con bolas abiertas tanto al lado del drive como del revés y el encuentro fue una excusa para que Sock se luzca y registre su mejor repertorio. En el 2-2, consiguió el primer quiebre del partido y lo coronó con una nueva rotura en el séptimo juego. El número uno de los Estados Unidos mantiene viva la esperanza local y con un 6-2, se ganó un puesto en los cuartos de final, instancia dónde lo espera el siempre temible Milos Raonic quien hizo lo propio y derrotó con algún que otro traspié al chipriota Marcos Baghdatis.