El alemán Philipp Kohlschreiber, como ya hiciera en la edición de 2015, se ha proclamado campeón del ATP 250 de Kitzbühel tras derrotar a un correoso Joao Sousa. El torneo austriaco es el último que se jugaba sobre una superficie de arcilla antes de que el tenis se sumerja de lleno en la gira americana y en sus conocidas pistas duras. Así pues, todos los tenistas más especializados en las pistas de polvo de ladrillo y necesitados de puntos, acudían a la cita en Austria en busca de una última buena actuación en su superficie que les diese la confianza y los puntos necesarios para afrontar la temporada de pistas duras. El torneo deparó grandes sorpresas y ninguno de los cabezas de serie estuvo presente en la gran final.

Kohlschreiber comenzaba el torneo plagado de dudas tras su misteriosa retirada en Hamburgo, pero finalmente realizó un gran torneo hasta llegar a la final, dejando por el camino a peligrosos rivales como Bagnis, Vesely, Lajovic o al segundo cabeza de serie Fabio Fognini. Por su parte, el portugués Sousa, que no estaba teniendo para nada un buen año, alcanzó la final derrotando a rivales como Youzhny, el tercer cabeza de serie Lorenzi, G. Melzer, o el local Ofner en semifinales.

Dos claros detalles y un mismo guión

El partido estuvo marcado por dos detalles que decantaron la balanza del lado germano. El primero de estos detalles fue el bajo nivel de Sousa con el segundo saque. Fue capaz de poner un 86% de segundos servicios dentro de pista, pero tan solo fue capaz de ganar un 42% de esos puntos (nueve de 21). El segundo detalle que marcó la diferencia fue la eficacia de Kohlschreiber para convertir bolas de break. El alemán dispuso de cinco bolas de break a lo largo del partido, convirtiendo cuatro de ellas (80%), por su parte, Sousa dispuso de siete pero no pudo realizar más que dos de ellas (29%).

El transcurrir del partido siguió en los dos sets disputados un mismo guión. El partido comenzó con el jugador portugués más metido en el partido que "Kohls", que pagó caro su pobre comienzo y concedió un break en su segundo juego al saque. Este break de Sousa, supuso un punto de inflexión en el primer set, y es que tras el descanso entre juegos, el alemán saltó a pista más motivado y rompió en dos ocasiones consecutivas el servicio del portugués, aprovechando sus problemas con los segundos saques. Así pues el alemán le dio la vuelta a la tortilla y el partido pasó de 2-1 y saque para Sousa a 5-2 a favor del alemán. Sousa dispuso de una bola de break para igualar el partido pero no convirtió y el set acabó con 6-3 en el marcador.

El segundo set volvió a comenzar con un temprano break a favor del luso, que se puso 3-1 arriba. A partir de este punto, otra vez volvieron los problemas de Sousa con sus segundos servicios y concedió nuevamente dos breaks consecutivos. No hubo más roturas de servicio y el alemán Philipp Kohlschreiber cerró el partido sin dificultades para proclamarse campeón del ATP 250 de Kitzbühel.