Daria Gavrilova completó la faena en el Abierto de Connecticut en una final sabatina para coronarse por primera vez en el circuito de la WTA, venciendo de forma consecutiva a dos jugadoras ubicadas dentro de las 20 mejores del ranking mundial. Gavrilova logró reponerse de un set en contra para la victoria frente a Dominika Cibulkova con pizarra de 4-6 6-3 6-4Partido largo e intenso de dos horas y 45 minutos de acción. En el historial, el único antecedente era el triunfo de Cibulkova el año pasado en la segunda ronda de Wimbledon por 6-3 6-2, pero en esta ocasión fue la australiana la que dio vuelta al curso de la historia para obtener la victoria.

El primer set arrancó con quiebres de saque en cuatro de los seis primeros juegos, con ambas protagonistas ejerciendo una fuerte presión ante el saque de su rival. Gavrilova quebró en el mismísimo primer juego y posteriormente en el quinto, pero inmediatamente Cibulkova contraatacó para devolverle las gentilezas y mantener la paridad en la pizarra.

Encuentro de numerosos intercambios intensos en el que ambas desplegaron lo mejor de su tenis, en un digno duelo de definición de torneo. Luego del sexto juego, las protagonistas mantuvieron consecutivamente sus servicios hasta el décimo, momento de la definición en el que Cibulkova concretó una importante ruptura tras ganar rápidamente su saque. La eslovaca generó tres oportunidades de ganar el set y tomó la primera después de un largo intercambio de golpes en el que terminó generando el error de su rival. Gavrilova estrelló su derecha en la red y Cibulkova ganó el primer set 6-4.

Tras ganar el primer parcial, el momento parecía estar del lado de la eslovaca, generando rápidamente oportunidades para tomar ventaja de 2-0, sin embargo la australiana logró salvar en el momento justo para mantener la igualdad en la pizarra. El encuentro mantuvo su intensidad, con ambas volcadas en la búsqueda de tomar la iniciativa de los puntos tanto en el saque como en la devolución. Gavrilova fue ajustando paulatinamente su derecha, golpe con el que le gusta dictar el ritmo de los partidos, por lo que fue abriendo los espacios en la cancha para tomar la delantera en el marcador. Una derecha ganadora le dio la ruptura en el quinto juego y de nuevo ese golpe le permitió confirmar la ventaja en el siguiente, para irse arriba 4-2.

Con los ajustes necesarios, las acciones comenzaron a inclinarse a favor de la australiana, quien sumó un segundo quiebre, con el que ganó el set 6-3. Gavrilova mejoró en la toma de decisiones, elevó la efectividad con su derecha y fundamentalmente logró hacer más daño a partir de sus servicios para no dejar que su rival concretase oportunidad alguna de quiebre durante el parcial.

La intensidad del encuentro no dejó de ser en el tercero. Fue tendencia en el desarrollo del mismo, con ambas muy efectivas con su servicio. La primera ruptura del set final llegó en el séptimo juego, con Cibulkova tomando en cero el saque de su rival. No obstante, la respuesta inmediata de Gavrilova no se hizo esperar y tras un largo octavo juego logró el quiebre para emparejar el marcador. El noveno juego fue crucial para la definición. La australiana con su saque fue puesta a prueba por la eslovaca, quien eximió el test de su rival para volcarse a la búsqueda del partido en el siguiente.

De derecha o de revés, Gavrilova fue abriendo espacios en el que terminó siendo el último juego del partido. Pero fue con la derecha que selló el título en los dos puntos finales, primero con una contundente derecha cruzada ante un gran ángulo de Cibulkova para un tiro que dejó parada a su rival y finalmente una derecha cruzada ganadora desde el centro de la cancha para alcanzar la preciada coronación. Gritos de euforia tras la victoria para Gavrilova en un primer título que es doblemente especial para su carrera, ya que además le permite ingresar por primera vez en el grupo de las 20 mejores del mundo, el mismo donde venció a dos de ellas para lograr esta primera conquista WTA.