Pocas veces puede servir un solo juego para definir el estilo de una jugadora de manera tan precisa como ocurrió en la pista Artur Ashe stadium en el primero del choque entre Madison Keys y Elise Mertens y es que la norteamericana 15ª cabeza de serie del torneo comenzó errática y concediendo dos bolas de break a la jugadora belga al arriesgar en exceso en sus golpes, sin embargo y tras calmarse a si misma solventó la situación como en ella es habitual, con una exuberante potencia desde la derecha y con un cañón desde el saque (con servicios por encima de los 180 kilómetros por hora). La versión más contundente de Keys se prolongó en el siguiente juego, cuando tras una serie de magníficos restos se benefició de una doble falta de su rival para apuntarse el Break y poner así el 2-0 en el marcador. 

Cuando se abusa de la potencia sin control alguno los resultados pueden ser buenos a corto plazo pero a la larga acaba pasando factura tan primaria estrategia. Mertens logró rehacerse del golpe inicial sacando a pasear el péndulo desde el resto, moviendo a Keys para evitar que golpeara parada,  posición en la que es desde la derecha cuasi infalible. Así de esta manera la Belga equilibró el marcador hasta el 2-2 después de adjudicarse en blanco su saque demostrando que no iba a ser ni mucho menos la víctima propicia de la jugadora local.

El quinto juego resultó muy competido y de una belleza visual considerable, Mertens buscaba adelantarse en el marcador aprovechando su inercia ganadora con su derecha, sin embargo la estadounidense logró resistir a base de grandiosos primeros servicios que tenían su rubrica en forma de golpe ganador con el drive que además de ser muy potente buscaba siempre la línea de fondo, imposibilitando así cualquier posible reacción de su rival. No obstante en este partido quedó más que constatado que Madison es una jugadora que se mueve por momentos, por rachas de magia e inspiración, buena prueba de ello es que a pasar de que lograba mantenerse por delante en el marcador 4-3 acumulaba ya 18 errores no forzados a estas alturas del partido, lo que denotaba la enorme tensión y los nervios que podía estar acusando al actuar como local y ser sin duda la favorita en el encuentro.

La mejor Keys en el momento de la verdad

Al volver del descanso del séptimo juego Keys no tuvo piedad alguna de su rival, rompió el saque de Mertens en la segunda bola de break de la que dispuso para luego con su servicio adjudicarse el set luego de mostrarse agresiva y esta vez si, acertada. El 6-3 campeaba en el marcador de la pista central del complejo tenístico de flushing meadows después de que el cuarto ace subiera a la cuenta particular de la americana.

Segundo set, mismos pecados

Con Mertens algo timorata fruto de su derrota en el primer parcial Madison Keys tuvo un fácil smatch a media pista para con 30-30 disfrutar de una bola de break, sin embargo el golpe se estrelló de manera estrepitosa en la red. Este clamoroso fallo corroboró sin embargo las nuevas intenciones de Keys, que no eran otras que finalizar todas las jugadas posibles en la red, tratando así de asegurar los puntos en la medida de lo posible ante el tremebundo aluvión de fallos que cometía desde el fondo de pista.

Mertens logró adelantarse 2-1 en el luminoso y volvió a disfrutar de una nueva oportunidad de break que acabaría resolviendo Madison Keys con un saque abierto y con efecto. El servicio resolvía las enormes carencias que mostraba la estadounidense con la derecha y que volvieron a evidenciarse cuando en el siguiente game tuvo dos bolas de break para romper el saque de la belga, resultando ambas infructuosas ya que Keys cometió cuatro errores forzados consecutivos, quedando de nuevo la belga al mando del marcador: 3-2. De nuevo aupándose en su servicio y gracias a su efectividad con la volea de drive cortada la joven estadounidense logró tras tres situaciones de 40-40 equilibrar el marcador hasta el 3-3 a pesar de las acometidas de Mertens.

Las espadas por todo lo alto

Pese a los altibajos de ambas jugadoras llegamos al 5-5 en el marcador y una vez allí Keys volvió a mostrar su versión más irregular. Después de quebrar el saque de su rival tras un punto en el que actuó como un martillo pilón con el drive para resolver con una volea alta de derecha Keys desaprovechó la oportunidad de cerrar el partido después de en un mismo juego fallar un smatch, cometer una doble falta así como un error no forzado de derecha y otro de revés, imagínense el panorama. En un tie break de infarto en el que se sucedieron los mini breaks Madison Keys logró, tras levantar una bola de set en contra que se impusiera la lógica y se adjudicó el desempate por 8-6 para hacerse así con el set y con ello el partido.