Gael Monfils ha conseguido el pase a tercera ronda del US Open sufriendo más de lo debido ante el jugador local Donald Young, tras cinco sets (6-3 6-7 6-4 2-6 7-5) en tres horas y 22 minutos de juego sobre la pista Louis Amstrong del torneo estadounidense. El tenista francés se medirá en la siguiente ronda del último Grand Slam de la temporada al vencedor del encuentro entre el belga David Goffin y el argentino Guido Pella.

Un diferente comienzo

Monfils comenzó fuerte el partido, ganando fácil su saque y metiendo en complicaciones a Young con el suyo, que pronto perdió su servicio (1-3). El encuentro siguió de la misma manera, pues era el francés el que dominaba sobre la pista del torneo, y de nuevo, fue capaz de romper el saque de su rival. Todo estaba encaminado, y de repente, Young dispone de la tercera bola para romper el servicio de Monfils, y lo consigue. El tenista francés respondió rápido de la misma manera y se adjudicó con ello del primer set, pero lo que parecía un simple susto se convirtió en un aviso de lo que le esperaba.

Idas y vueltas

Ya que Young añadió competencia a partir del segundo set, donde en los primeros juegos se vivió una completa igualdad entre los dos tenistas que acabó derivando en uno de los puntos más largos del partido y en el que Monfils salvó cinco bolas de rotura por parte de su rival. Tras esto, Donald Young no se dio por vencido, ni mucho menos, tras dos nuevos servicios rápidos, el estadounidense salvó cuatro breaks y con ello cuatro puntos de set para Monfils, que alejaron el set de las manos del tenista francés y metieron más en el encuentro al jugador local, que necesitó el tie break para ganar su primer set (6-7).

Monfils pidió un tiempo médico después del set, y durante el comienzo del tercero fueron continuas las quejas por dolor por parte del jugador. Fue extraño. Aunque Young siguió compitiendo a Monfils, no lo hacía del mismo modo y los juegos se volvieron rápidos, sobre todo porque era lo que parecía transmitir Gael Monfils, el querer solventar lo antes posible el encuentro. Y se le puso de cara al sacarle un break a su rival en su quinto y último servicio (4-5), que le ayudó para llevarse el set, aunque no sin antes salvar una bola de rotura. 

El cuarto set también tuvo una veloz actuación, y comenzó de la misma forma que lo hizo el anterior, con un jugador pidiendo un time out médico, pero esta vez era Donald Young el que necesitaba la atención. Y como pasó en el tercero, fue el que supuestamente estaba 'tocado' el que mejor jugó el encuentro, ganando el servicio de su rival a las primeras de cambio y dando pelea en los siguientes juegos. Gael Monfils, desconcertado y sin parar de quejarse, no veía como sacar el set, que se le fue de las manos cuando Young le rompió el saque en su último servicio (2-6).

Y se tuvo que llegar al quinto y definitivo set. Y fue entonces cuando Monfils parecía calmarse y concentrarse en ganar. Estaba en el camino, en el segundo servicio de Young, consiguió un break que le hizo afrontar mejor el partido. Pero el tenista estadounidense, consciente de su oportunidad, no se quería dar por vencido y le rompió el saque en su segunda bola de rotura (3-3).

Gael Monfils, sin embargo, hizo como si nada y le devolvió con la misma moneda, aunque no fue nada sencillo sacarle el break. Pero lo más sorprendente fue que Young respondió de la misma manera, viviendo tres roturas de servicio seguidas y poniendo el partido más que interesante en sus instantes finales. Hubo un pequeño descanso para los dos, con juegos rápidos, y de nuevo a la carga. Monfils despegó su calidad para intentar acabar con el saque de su rival, pero Young no lo vendía fácil, aunque tras un juego largo y dos bolas de rotura salvadas, sucumbió. Y tras este break (5-6), ya poco que contar. Monfils sentenció con su servicio el que había sido un extraño partido, y en el que mostró su lado más desconcertante e inmaduro.